Entrevista con el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos: Obama asegura que Hugo Chávez es "una amenaza, pero una amenaza manejable". "Pudo haber estado involucrado en el apoyo a las FARC. Ese no es el tipo de vecino que queremos", afirmó.
El senador sostuvo que si llega a la Casa Blanca "iniciaría conversaciones con nuestros enemigos en Cuba y Venezuela".
Enfatizó que cuando "se termine la guerra en Irak", EE.UU. podrá volver a enfocar su atención en Latinoamérica.
JORGE RAMOS
DENVER.– Barack Obama llegó sin prisa y con la absoluta convicción de que puede convertirse en el primer Presidente afroamericano en la historia de Estados Unidos.
Yo lo había tratado en dos ocasiones anteriores, durante los debates presidenciales, y, por lo tanto, ya no me sorprendió la impresión que me dio de imperturbable, centrado, con un equilibrio interior.
Siempre da la sensación de que, antes de hablar, piensa todo una fracción de segundo más que el resto de los políticos.
Hay políticos que ocultan sus debilidades y pretenden aparecer más fuertes de lo que son. Obama no. Acepta su vulnerabilidad. Esa cualidad es la que le permite conectar con la gente y con los votantes, sobre todo con los más jóvenes.
Cuando le pregunté si su esposa, Michelle, creía que él corría algún peligro en la campaña electoral, reconoció sin ningún titubeo el dominio que ella tiene sobre él. "(Obviamente pienso que, en primer lugar, me) hubiera vetado entrar en esta contienda por la presidencia", me dijo. "Pienso que todos tenían preocupaciones en un principio, pero creo que la protección del Servicio Secreto es excelente".
El objetivo de esta entrevista de 20 minutos con el candidato era ver qué tanto sabía sobre los hispanos en Estados Unidos y sobre América Latina. Y, sin duda, Obama había hecho las tareas.
Afirmó que una de las primeras cosas que revisaría en caso de llegar a la Casa Blanca sería el tema de las redadas y deportaciones de inmigrantes indocumentados.
"No creo que aprehender a una madre, separarla de su hijo y deportarla, sin medir las consecuencias, sea la forma norteamericana de hacer las cosas", dijo.
Obama no se quiso comprometer, como propuso Hillary Clinton, a enviar una ley de reforma migratoria al Congreso durante sus primeros 100 días en la Casa Blanca. No es realista cuando tiene que resolver primero la guerra en Irak y la actual crisis económica. Sin embargo, señaló: "Lo que sí puedo garantizar es una propuesta de reforma migratoria durante el primer año".
Obama nunca ha viajado a América Latina en sus 46 años de edad. No apoya el Tratado de Libre Comercio que negocian los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, y quizás suspendería o renegociaría el tratado comercial que existe desde 1994 con México. Pero su política exterior para la región va mucho más allá. "Hay una conexión natural entre Estados Unidos y América Latina", comentó.
"Cuando se termine la guerra en Irak podremos volver a enfocar nuestra atención (en Latinoamérica)", enfatizó. Y luego sacó una larga lista de las cosas que quería hacer para no olvidar la región (como lo hizo el Presidente George Bush, a partir del 11 de septiembre del 2001).
"Iniciaría conve a quienes tienen familiares en Cuba... Quiero unirme a países como Brasil para buscar formas más limpias de energía... Aprobé el Tratado de Libre Comercio con Perú, pero me opongo al de Colombia hasta que tenga la confianza de que no están matando ahí a líderes sindicales... hay que parar este tipo de actividades paramilitares", rsaciones con nuestros enemigos en Cuba y Venezuela... Cancelaría las restricciones de viajeafirmó Barack Obama.
-¿Y Hugo Chávez? ¿Es una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos y del resto del continente?, le pregunté.
"Sí, creo que es una amenaza, pero una amenaza manejable", me contestó. "Sabemos, por ejemplo, que pudo haber estado involucrado en el apoyo a las FARC, perjudicando a un vecino. Ese no es el tipo de vecino que queremos. Creo que es importante, a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) o de las Naciones Unidas (ONU), iniciar sanciones que digan que ese comportamiento no es aceptable. Lo que he señalado es que debemos tener una diplomacia directa con Venezuela y con todos los países del mundo".
Obama estudió español en la escuela secundaria ('high school') y durante dos años en la universidad. "My spanish used to be OK", reconoció. Pero ahora lo ha olvidado casi por completo. "Yo hablo un poquito español, pero no es very good", se atrevió a decir en los dos idiomas.
Durante un reciente discurso sobre Cuba, sólo pronunció en español la palabra "libertad". Y, ayudado por un teleprompter, acaba de grabar un comercial en español para Puerto Rico.
En sus presentaciones suele soltar la frase "sí se puede". Pero Obama está consciente de que decir mal unas palabritas en español no es suficiente para ganar los diez millones de votantes latinos en las elecciones presidenciales de noviembre y la buena voluntad de 550 millones de latinoamericanos.
Y para tratar de demostrar que sería un Presidente de acciones, quiere hacer muy pronto su primer viaje a América Latina: "Me encantaría ir... antes de noviembre".
Sería su primer paso hacia el sur.
"Hay zonas en las que el muro sí tiene sentido"
El escaso, ineficiente e improvisado esfuerzo de la campaña de Obama entre los hispanos explicaría el magro resultado del senador entre esos votantes. De hecho, la senadora Hillary Clinton obtuvo más votos de latinos que él durante las primarias en todos los estados. Pero algunos creen que es por la tensión que por décadas ha existido entre afroamericanos y latinos.
"Creo que sólo tiene que ver con el hecho de que los latinos me conocen menos a mí que a la senadora Clinton", explicó. No saben, añadió, que ha trabajado con la comunidad latina de Chicago, que apoyó los esfuerzos por legalizar a los indocumentados y mejorar los programas educativos.
Pero lo que muchos sí saben es que, como senador, votó a favor de construir 700 millas (1.100 km) de un muro en la frontera con México para evitar la inmigración ilegal.
-Si llega a ser Presidente, ¿pararía la construcción del muro?
"Quiero saber primero qué funciona..."
-¿Pero un muro funciona?
"No lo sé todavía".
-Pero usted ya votó construir el muro.
"Lo entiendo. Yo voté para iniciar la construcción del muro en ciertas áreas de la frontera. Creo que hay algunas zonas en las que sí tiene sentido y puede salvar vidas, si prevenimos que la gente cruce áreas desérticas que son muy peligrosas". (Se calcula que unas 400 personas mueren en esa frontera cada año.)
Un hispano muy influyente, Jorge Ramos
El autor de la entrevista es el conductor del Noticiero Univisión, que se ve en Estados Unidos y 13 países de América Latina. El periodista mexicano ha ganado varios premios Emmy y ha escrito seis libros, entre ellos "La Otra Cara de América", "Atravesando Fronteras", "La Ola Latina", "Morir en el Intento", y últimamente "El regalo del tiempo". Fue nombrado por la revista "Time" como uno de los 25 hispanos más influyentes de Estados Unidos.
México es su prioridad
A pesar de que sus declaraciones sobre Venezuela y Cuba ("Dudo que Fidel haya escrito su editorial más reciente. Creo que está muy enfermo para hacerlo") son las que han generado más noticias, es la relación con México la primera que Obama quiere reparar. "Es muy importante acercarse al gobierno mexicano, de una manera en que esta administración (la de George W. Bush) no lo ha hecho, para descubrir qué necesitan del otro lado de la frontera para promover el desarrollo económico y la creación de empleos", comentó. "Más trabajos allá significan menos indocumentados que vienen a Estados Unidos", enfatizó.
En lo que va del año han muerto más de mil personas en México a consecuencia de la guerra entre los carteles de la droga. Obama lo sabe y cree que el consumo en Estados Unidos es, también, parte del problema. "No legalizaría la marihuana, dijo, pero sí pienso que tenemos que reducir la cantidad (de drogas) en EE.UU".