América Latina será capaz de entrar en una senda de crecimiento más sostenible y Perú se convertirá en uno de los nuevos líderes de la región en el mediano plazo, señaló hoy Moody’s Economy.com.
“Brasil se convertirá en el nuevo líder en la región, seguido por Perú, Chile y Colombia”, indicó el economista senior para América Latina de Moody’s Economy.com, Alfredo Coutino.
Manifestó que México y Centroamérica se sitúan detrás debido a su mayor sincronización con la economía de Estados Unidos, mientras Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador avanzarán si eliminan los cuellos de botella y vuelven más flexibles a sus economías.
Previó que América Latina se verá inmersa en un nuevo ciclo de expansión durante la próxima década con una estructura e instituciones más fuertes.
“El ciclo comenzará con una recuperación después de la crisis recesiva mundial y luego alcanzará tasas de crecimiento consistentes con el real potencial de cuatro por ciento en el 2011”, proyectó.
Consideró que en el mediano plazo la región será capaz de entrar en una senda de crecimiento más sostenible, apoyada por la capacidad potencial generada por las nuevas reformas.
“El crecimiento en el largo plazo tendrá un promedio de cinco por ciento, de la mano de los que serán en este ciclo los principales países líderes”, afirmó.
Coutino refirió que la expansión de las economías del cono sur se sustentará en la ventaja de ser más diversificadas y en la mayor probabilidad de aprobación que tendrían las reformas que puedan emprenderse.
“En general, se espera que la región crezca más rápidamente y a un mayor ritmo que el mundo desarrollado dada la posibilidad de nuevas reformas y cambios estructurales en la nueva década”, anotó.
Estimó que Perú registrará una inflación de 4.1 por ciento este año, con lo cual mostrará el nivel más bajo entre los países de la región, coincidiendo de esta manera con la expectativa de otros analistas que también creen que el país destacará este año por tener la menor variación de precios en América Latina.
Recordó que la inflación peruana creció de manera importante en los años 2007 y 2008 en un contexto de alzas en los precios internacionales de alimentos y energía.
“Brasil se convertirá en el nuevo líder en la región, seguido por Perú, Chile y Colombia”, indicó el economista senior para América Latina de Moody’s Economy.com, Alfredo Coutino.
Manifestó que México y Centroamérica se sitúan detrás debido a su mayor sincronización con la economía de Estados Unidos, mientras Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador avanzarán si eliminan los cuellos de botella y vuelven más flexibles a sus economías.
Previó que América Latina se verá inmersa en un nuevo ciclo de expansión durante la próxima década con una estructura e instituciones más fuertes.
“El ciclo comenzará con una recuperación después de la crisis recesiva mundial y luego alcanzará tasas de crecimiento consistentes con el real potencial de cuatro por ciento en el 2011”, proyectó.
Consideró que en el mediano plazo la región será capaz de entrar en una senda de crecimiento más sostenible, apoyada por la capacidad potencial generada por las nuevas reformas.
“El crecimiento en el largo plazo tendrá un promedio de cinco por ciento, de la mano de los que serán en este ciclo los principales países líderes”, afirmó.
Coutino refirió que la expansión de las economías del cono sur se sustentará en la ventaja de ser más diversificadas y en la mayor probabilidad de aprobación que tendrían las reformas que puedan emprenderse.
“En general, se espera que la región crezca más rápidamente y a un mayor ritmo que el mundo desarrollado dada la posibilidad de nuevas reformas y cambios estructurales en la nueva década”, anotó.
Estimó que Perú registrará una inflación de 4.1 por ciento este año, con lo cual mostrará el nivel más bajo entre los países de la región, coincidiendo de esta manera con la expectativa de otros analistas que también creen que el país destacará este año por tener la menor variación de precios en América Latina.
Recordó que la inflación peruana creció de manera importante en los años 2007 y 2008 en un contexto de alzas en los precios internacionales de alimentos y energía.