El Presidente peruano, Alan García, viajará hoy a Chile para encabezar personalmente la entrega de 30 toneladas ayuda de su país tras el terremoto y tsunami que devastó la zona centro sur, en un gesto de distensión ante la tragedia.
García encabezará una delegación con tres aviones que trasladarán un hospital de campaña, carpas, colchonetas, bidones de agua, camas plegables, frazadas y personal médico especializado, según informó EFE.
El Primer Ministro Javier Velásquez señaló además que los peruanos damnificados que deseen retornar a su país podrán hacerlo en esos aviones.
Esto se produce a una semana de que Chile haga entrega ante la Corte de La Haya de la contramemoria por la demanda presentada por Perú ante ese tribunal por el límite marítimo.
De hecho, la relación entre los gobiernos de García y Michelle Bachelet ha atravesado por constantes tensiones, siendo la última de ellas el intercambio de notas diplomáticas de queja ante temas referentes a la demanda en La Haya, hace dos semanas.
El gesto tiene precedentes. En agosto de 2007, Chile y Perú mantenían una fuerte disputa diplomática por la publicación de una cartografía oficial peruana que modificaba los límites marítimos cuando dos días después, un terremoto devastó las localidades de Pisco e Ica. Entonces, fue el Ejecutivo chileno el que envió ayuda a Perú.
Llegada de ayuda
Ayer, tras largas horas de indefinición por parte del Gobierno chileno acerca de la necesidad de ayuda internacional para enfrentar la crisis, equipos de emergencia de distintos países comenzaron a llegar a Chile para colaborar en tareas específicas.
Desde Perú viajaba anoche un destacamento de rescate de élite del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú, el Grupo USAR-PERÚ, el cual operaría en la zona de Concepción. Según contó a "El Mercurio" el coronel a cargo del equipo, Larry Lynch, se trata de 34 efectivos, entre los que figuran rescatistas, técnicos especializados en materiales peligrosos, ingenieros estructurales, médicos y un perro entrenado en la búsqueda de personas.
Un símil mexicano, conocido como los "Topos", estaba ayer a la espera del visto bueno de parte de la embajada chilena para venir, mientras que un equipo de expertos en desastres naturales proveniente de Colombia aterrizó ayer en Cerro Moreno, el aeropuerto de Antofagasta.
Además de los equipos de rescate, el Gobierno chileno -que solicitó ayer formalmente la asistencia internacional a la ONU- dijo que sus necesidades de emergencia incluyen puentes temporales, hospitales de campaña, teléfonos satelitales, generadores eléctricos, equipos de valoración de daños, sistemas de purificación de agua, cocinas de campo y un centro de diálisis, informó Naciones Unidas.
Muchos de esos requerimientos ya estaban llegando o eran comprometidos. La Presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció que partirían seis aviones con un hospital militar reubicable con 55 médicos, tres plantas potabilizadoras de agua y cuatro plantas generadoras de energía. También dijo que había 22 traumatólogos listos para partir, y que se enviarán donaciones empresariales de 400 toneladas de arroz, 400 toneladas de aceite, 240 toneladas de leche en polvo y medio millón de litros de agua mineral.
Desde Bolivia, el portavoz presidencial Iván Canelas informó que el gobierno de Evo Morales enviará 60 toneladas de agua, "porque es lo que los damnificados más necesitan".
Esto se suma a la ayuda entregada por Brasil, cuyo presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó ayer a Santiago para entregar la colaboración (ver nota en C 21).
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HILLARY CLINTON,
la secretaria de Estado de EE.UU., quien llega hoy a Chile, dijo que traería personalmente al país equipos de comunicaciones, y afirmó que puso en alerta a equipos de búsqueda y rescate.
Ayuda de EE.UU.
El embajador chileno en Washington, José Goñi, dijo que Chile solicitó a EE.UU. ayuda "específica", como hospitales de campaña, teléfonos satelitales y equipos de rescate. "Para nosotros es muy importante que la cooperación internacional sea de forma organizada", puntualizó el embajador, quien sostuvo encuentros con funcionarios del BID y del Banco Mundial. (El Mercurio – Chile)