Artículo escrito por: Juan Carlos Valdivia
Diario Correo, Lima Perú – 16/03/2011
Así como es inadmisible la participación de funcionarios de Palacio de Gobierno y del propio Presidente de la República con opiniones y entregando facturas y recibos que afectan a Alejandro Toledo, es igual de reprobable lo que ha hecho Susana Villarán al emitir un informe que no contiene ningún dato novedoso, pero que quiere aparecer como una prolija evaluación financiera y de gestión, que por más superficial que sea, aparece en un momento inadecuado.
Los procesos electorales son los momentos más sublimes de la democracia, y las autoridades deberían ser las primeras en mantener esta condición y no entrometerse con informes de gestión. ¿En qué se diferencia Susana Villarán de Luis Nava?
Quizá ninguno de los dos tenga intención de cuestionar alguna candidatura, o de favorecer alguna otra, pero lo hacen a pesar de sus intenciones, y en tanto funcionarios públicos no pueden hacer uso de sus puestos a favor o en contra de alguno de los contendores.
Sin duda el informe de Villarán, presentado en tono de denuncia, afectará la candidatura de Luis Castañeda, dándole quizás el golpe que terminaría por dañar su pretensión presidencial. Y más aún cuando la candidatura de PPK está a la expectativa, esperando que Toledo o Castañeda sean víctimas de un ataque que le permita recoger los votos de alguna de las dos candidaturas.
En las últimas encuestas a nivel nacional, PPK tiene un altísimo porcentaje de aprobación en el sector A, según Apoyo (51%), o en el AB, según Analistas & Consultores (39.5%), y un bajísimo en E, donde Apoyo le da 4% y donde A&C le da 6%. Quizás PPK sea el favorecido con los ataques que viene recibiendo Castañeda, y probablemente también se vea beneficiado con los nuevos ataques que recibirá Alejandro Toledo.
Así, las estrategias de campaña deben buscar blindar a los candidatos de probables ataques, incluyendo los dos que crecen, que comienzan a ser vistos como un potencial riesgo a las tres candidaturas que han liderado las encuestas en los últimos tres meses.
Faltan 25 días para las elecciones y se puede afirmar que estamos por ver los más viles ataques, donde se cuestionará de todo a los aspirantes a Presidente. Pero una competencia electoral no puede convertirse en una cadena de actos donde las malas prácticas se conviertan en moneda común. Y ésa debería ser la principal preocupación de los candidatos: el evitar que nuestra democracia se convierta en una competencia de vale todo.
Via diario Correo