La Odisea de Darío en Perú relata la vida de un peruano desde su nacimiento hasta su jubilación
Es una historia real que se desarrolla entre los años 1941 y 2000, escrita por la persona que la vivió.
Son las vivencias en las diferentes etapas de la vida, las situaciones buenas y las crisis.
Incluye los hechos ocurridos en casa, en el colegio, en la universidad, y en el trabajo
Comprende también descripciones de la ciudad, calles, parques, negocios, vecinos, amistades.
Están presentes las costumbres, tradiciones, y creencias de la sociedad.
Presenta los diversos obstáculos que se van presentando a una persona que quiere hacer bien las cosas.
Permite visualizar los defectos de la civilización o cultura peruana que afecta el desarrollo individual y colectivo
Lima y el Perú han cambiado bastante, pero lamentablemente la cultura peruana se mantiene con las deficiencias tal como se describen en el presente libro.
La Odisea de Darío en Perú se publica en forma completa en el presente libro, comprendiendo los libros 1 y 2, los que también siguen estando disponibles, cada uno, con parte de la historia.
Nissan Patrol
Convenio Estadística y Cartografía Universidad Agraria/Ministerio de Agricultura CONESTCAR
1966
"Darío terminó la universidad
en 1965, ocupó el segundo puesto de su promoción.
A los pocos meses presentó su
tesis sobre genética del trigo, graduándose con la calificación de
sobresaliente en 1966.
En ese año, gobernaba Fernando
Belaúnde en una alianza de partidos políticos, Acción Popular - Democracia
Cristiana.
Un primo político, casado con
una prima hermana de Darío, era una persona que aparte tener un vínculo
familiar, frecuentaba bastante su casa.
El fue nombrado ministro de
agricultura coincidiendo con el término de los estudios de Darío como ingeniero
agrónomo.
Darío se sentía afortunado, y
daba por seguro que lo ayudaría colocándolo para trabajar en una institución de
primera, donde podría iniciar una gran carrera profesional.
Sacó una cita y fue el día
señalado al ministerio de agricultura, en el sexto piso de un edificio en la
avenida Salaverry en Lima.
El ministro lo recibió, abrió
la puerta, le dio la mano, lo llevó sin soltarlo hacia su escritorio, le
preguntó para qué había ido. Darío le dijo que había terminado sus estudios de
agronomía y quería empezar a trabajar. Sin dejar de agarrar su mano, él le
contestó que le iba a avisar si veía algo como para él, lo condujo hacia la puerta
y recién allí le soltó la mano, para que salga de su despacho, cerrando la
puerta.
Darío nunca recibió ninguna
llamada de él.
Al poco tiempo, reemplazaron
al primo político y designaron como su reemplazo a un excelente profesional,
ingeniero agrónomo y destacado parlamentario demócrata cristiano.
El Ministerio de Agricultura
había sido asignado para su manejo al partido Democracia Cristiana aliado del
partido de gobierno Acción Popular.
Durante la universidad, Darío
se inscribió en la Democracia Cristiana y empezó a concurrir a sesiones de la
juventud de la Democracia Cristiana en Magdalena del Mar.
No conocía personalmente al
nuevo ministro, pero por ser integrante del mismo partido, le solicitó una
cita, se la concedió y lo recibió muy bien, le hizo tomar asiento y conversó
con Darío en forma muy amigable, quien le dijo lo mismo que a su pariente el
anterior ministro; pero qué diferente trato y respuesta, le contestó que él
necesitaba una persona de confianza en Huánuco, región a la cual representaba en
el congreso, y que lo nombraría en una vacante en el programa de estadística y cartografía
que el ministerio de agricultura había suscrito con la universidad agraria de
La Molina.
Efectivamente, al día
siguiente se emitió una Resolución Suprema designando a Darío como Jefe de Zona
de este programa, con sede en Huánuco y abarcando los departamentos de Huánuco,
Pasco, parte de Ucayali y parte de Junín.
Se le asignó un jeep, un
Nissan Patrol de color azul con un tono ya deteriorado por el tiempo, sería del
año 1962 o 1963, y se apreciaba que había tenido un uso intensivo.
Sin ninguna instrucción sobre
el trabajo a realizar se dispuso el viaje de Darío a la ciudad de Huánuco, una
población de la serranía peruana que no conocía, bueno en realidad fuera de
Lima Darío solo había viajado por tierra a Piura, y también a Arequipa, Moquegua
y Tacna, pero a la sierra nunca lo había hecho y menos conduciendo un vehículo.
Viajó acompañado por un
ingeniero del mismo programa, quien tenía como destino la ciudad de Pucallpa en
el departamento de Ucayali, en la Amazonía peruana.
Era la primera vez que Darío
viajaba por la carretera central peruana, una vía en zigzag que asciende a los
andes desde Lima, desde los cero metros de altitud, hasta el punto más alto en
Ticlio, a 4 mil 818 metros sobre el nivel del mar.
El recorrido que hicieron fue:
Lima - Ticlio - Oroya - Pampa de Junín - Cerro de Pasco - Huánuco.
Al llegar a La Oroya pararon a
tomar un café, pero al regresar al jeep no se pudo encender el motor y tuvieron
que permanecer algunas horas buscando un taller de mecánica para solucionar el
problema.
Cuando reanudaron la marcha ya
empezaba a oscurecer y solo guiándose de los avisos o preguntando, lograron
cruzar la Pampa de Junín una extensa planicie de gran altitud, llegando a Cerro
de Pasco una ciudad minera, muy pobre, de aspecto triste, carente de luz y
colores, solo el gris de las minas.
Bajaron un rato para almorzar.
Curioso, los platos llegaban humeantes, pero al probarlos la comida estaba completamente
fría.
Al caminar por el pueblo
también sentían el frío intenso y el efecto de la altura extrema, la falta de
oxígeno era notoria, sintiendo agitación.
Continuando su ruta empezaron
el descenso hacía Huánuco. Una bendición, empezar a bajar de altura, se
sintieron mejor y empezaron a ver un lindo río y miles de eucaliptos por todas
partes, el frío y la altura quedaban atrás.
Les agarró la noche viajando,
algo que no deseaban por su falta de conocimiento de la ruta. Pero qué
maravilla, primera vez que Darío veía un cielo tan lindo, lleno de miles de luces,
planetas, estrellas y galaxias a la vista, con un fondo y entorno de absoluta oscuridad
que realzaba su presencia.
Pasaron por un pintoresco
pueblito llamado Ambo, y luego de unas horas, totalmente cansados y llenos de
polvo llegaron a la ciudad de Huánuco.
Al llegar, Darío se sentía
perdido en el fin del mundo y empezó a dudar si había hecho bien en aceptar
trabajar en una zona que le parecía tan remota y atrasada. Le daban ganas de
empezar el retorno inmediato a Lima.
Se despidió de su acompañante
de viaje, y se alojó en el hotel de turistas de Huánuco, ubicado en la plaza
mayor de esa ciudad.
Luego de un buen baño, y totalmente
rendido quedó sumido rápidamente en un profundo sueño. Al día siguiente,
despertó más optimista, tomó un buen desayuno en el mismo hotel, y salió a
conocer la ciudad.
Cielo azul, sol pleno, ciudad
antigua pero acogedora, no se sentía altura ni frío, un ambiente cálido
moderado, y la gente amable.
Se presentó en la sede del
Ministerio de Agricultura, una casa antigua habilitada para oficinas, conoció
al director, una persona amable.
El Conestcar, como se conocía
al Convenio de Estadística y Cartografía Universidad Agraria - Ministerio de
Agricultura, tenía una oficina destartalada, independizada por tabiques mal
hechos de triplay, en el fondo del vetusto local de ministerio. El programa
funcionaba en forma autónoma.
Darío conoció a las 3 personas
que trabajaban a su cargo, excelentes empleados de buen trato, excelente
comportamiento y muy laboriosos.
Ya estaba en la sede, en su
oficina, pero no tenía ni idea de cómo hacer el trabajo, no había recibido
ninguna instrucción, ni siquiera una hoja de papel sobre la labor a desarrollar.
El Convenio tenía por
finalidad acopiar y procesar información estadística sobre la producción
agrícola y pecuaria a nivel nacional.
Se habían establecido Zonas, y
Darío tenía a su cargo una muy amplia que abarcaba sierra y selva, incluyendo
los departamentos de Huánuco, Ucayali y las zonas de Oxapampa y Satipo en
Junín.
El ambiente en el ministerio
aparentaba ser bastante relajado. Pasó en muchas oportunidades que, cuando
regresaba a trabajar después de almorzar encontraba la puerta del ministerio
cerrada con un letrerito pegado que decía “Es cumpleaños de nn, estamos en el
restaurante xx para celebrar...te esperamos”, a Darío no le quedaba más que
regresar a su habitación del hotel.
Por lo que podía apreciar la
gente se dedicaba a pasarla bien en sitios de diversión y tomando bastante
cerveza, de trabajo había muy poco.
Todos los fines de semana
Darío viajaba a Lima a ver a su novia."
Texto: Capítulo XXI "El Primer Trabajo" del libro "La Odisea de Darío en Perú - Parte 1"
Noticias Breves Mensaje al País del Presidente Vizcarra
PBI
El PBI peruano creció en 4,18%, en octubre 2018, en comparación con similar mes del año anterior; así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el informé técnico Producción Nacional. Asimismo, informó que en el periodo enero-octubre de 2018 se incrementó en 3,70% y en los últimos 12 meses (noviembre 2017-octubre 2018) en 3,35%.
Panetones
En Perú se venderan 36 millones de panetones en el 2018. El país también exporta cantidades de este producto emblemático.
En los años 40, 50, 60, 70 y 80, Lima era muy diferente de lo que es ahora, y por tanto la vida de sus pobladores era también distinta.
La Odisea de Darío en Perú, publicado en 2 partes, es un interesante y valioso libro que relata la historia real de una persona que vive esas décadas lindas pero también azarosas.
La Parte 1 del libro, comprende las etapas de niñez, juventud, colegio, universidad, enamoramiento, matrimonio, primer trabajo, culminando en la obtención de un post grado.
La Parte 2 comprende desde el primer trabajo después del post grado hasta la etapa de jubilación.
Darío, el protagonistas de la historia, tiene momentos muy agradables y otros no tan buenos, él se ve afectado en el transcurrir de su vida por las precariedades existentes en un país con deterioro económico, y constantes convulsiones como los golpes de estado, las expropiaciones, estatizaciones, y un nivel elevado de abandono en todos los campos.
Perú en el período que abarca esta narración, décadas de los 40 a los 80, pasaba por los peores momentos de su historia, sufriendo de estrecheces económicas, ataques a la libertad y el sistema democrático, gobiernos de incapaces, inmorales y deshonestos, aplicación de ideas socialistas destructivas etc.
En esa época era sumamente difícil para una persona joven abrirse camino hacia una vida normal y menos a la prosperidad, por ello se produjo un éxodo importante de peruanos hacia otros países.
El libro permite conocer lo que era Perú y por tanto lo que puede ser un país subdesarrollado cualquiera por dentro, algo que no se muestra fácilmente.
Felizmente, en los últimos tiempos Perú cambió y ya es un país emergente, que se proyecta como una potencia latinoamericana.
Salvo pocos casos, no se mencionan nombres que identifiquen plenamente a los personajes de la narración, pero la historia es 100 % real.