jueves, 20 de diciembre de 2018

La Conspiración Contra la Seguridad Pública y el Orden Interno

Guardia Civil del Perú

"La conspiración empieza en 1988 con la fusión de los 3 cuerpos policiales de la época, Guardia Civil, Policía de Investigaciones, Guardia Republicana, y la creación de la Policía Nacional del Perú.

Las 3 instituciones policiales que existían cumplían su función, cada una en el campo de su especialidad, como corresponde. A cambio, se creó un engendro con cuadros de policías de formación general, no especialistas.

¡Porqué se eliminaron instituciones especializadas muy buenas, para cambiarlas por un ente inoperante con gente que sabe un poco de todo y mucho de nada?

¿Por qué no se prefirió entrar a un proceso de mejora y modernización de cada una de las entidades policiales que existían, en búsqueda de mayor eficiencia y eficacia?

La medida se tomó y la seguridad pública y el orden interno empezaron a declinar, llegándose luego de casi 3 décadas a una crisis absoluta, con una criminalidad que creció aceleradamente al detectar un cuerpo policial minusválido.

Los Gobiernos de calidad demandan cuerpos policiales de alto nivel, bien preparados y especializados, para que puedan cumplir sus funciones de manera eficiente y eficaz. 

En cambio, los Gobiernos dudosos, de bajo nivel, prefieren instituciones policiales de baja calidad.

Robos, asaltos, secuestros, asesinatos y otros actos delictivos en alto número, profusamente difundidos por los medios de comunicación todos los días, distraen a la gente y desvían su atención de los problemas serios del país.

Igualmente, una institución policial incapaz de cumplir a cabalidad con su rol otorga mayor certeza a los funcionarios públicos corruptos, de que no tendrán al frente policías en capacidad de investigarlos de manera muy profesional.

Algo más, algunos policías que pensaban llegar a grados menores ahora son generales, gracias al Gobierno. Ellos, se postrarán en culto incondicional a los pies de quién los elevó a un alto grado, sin merecerlo.

Llama la atención que desde 1988, habiendo pasado por el Gobierno varios presidentes, éstos no hayan corregido el espectacular y muy visible error de eliminación de la Guardia Civil, Policía de Investigaciones y Guardia Republicana.

Podríamos especular que, en los más íntimo de su ser, los sucesivos presidentes, meditaron en su oportunidad y se inclinaron por participar de manera tácita en la conspiración contra la seguridad pública y el orden interno, para gozar también de sus beneficios. Fácil, bastó cerrar la boca y no realizar ninguna acción, salvo la de comprar más y más coches patrulleros, motos y otros equipos, medidas que no resuelven el problema.

Nos preocupa, cuando vemos que los actuales candidatos a la presidencia del país, parece que se acercan a formar parte de esta grave conspiración. No hemos visto o escuchado alguna propuesta pre electoral con respecto a la rectificación del grave error de 1988.

De no acabarse con esta gran conspiración contra el país, terminaremos con una sociedad en un caos total, en la que para sobrevivir habrá que defenderse cada uno con su propia arma, como en tiempos antiguos del lejano oeste americano." 


Texto: Capítulo XXX "La Conspiración Contra la Seguridad Pública y el Orden Interno" del libro Reflexiones Sobre Perú.

Este libro está disponible en:


jueves, 13 de diciembre de 2018

El Primer Trabajo

Nissan Patrol
Convenio Estadística y Cartografía Universidad Agraria/Ministerio de Agricultura CONESTCAR
1966




"Darío terminó la universidad en 1965, ocupó el segundo puesto de su promoción.

A los pocos meses presentó su tesis sobre genética del trigo, graduándose con la calificación de sobresaliente en 1966.

En ese año, gobernaba Fernando Belaúnde en una alianza de partidos políticos, Acción Popular - Democracia Cristiana.

Un primo político, casado con una prima hermana de Darío, era una persona que aparte tener un vínculo familiar, frecuentaba bastante su casa.

El fue nombrado ministro de agricultura coincidiendo con el término de los estudios de Darío como ingeniero agrónomo.

Darío se sentía afortunado, y daba por seguro que lo ayudaría colocándolo para trabajar en una institución de primera, donde podría iniciar una gran carrera profesional.

Sacó una cita y fue el día señalado al ministerio de agricultura, en el sexto piso de un edificio en la avenida Salaverry en Lima.

El ministro lo recibió, abrió la puerta, le dio la mano, lo llevó sin soltarlo hacia su escritorio, le preguntó para qué había ido. Darío le dijo que había terminado sus estudios de agronomía y quería empezar a trabajar. Sin dejar de agarrar su mano, él le contestó que le iba a avisar si veía algo como para él, lo condujo hacia la puerta y recién allí le soltó la mano, para que salga de su despacho, cerrando la puerta.

Darío nunca recibió ninguna llamada de él.

Al poco tiempo, reemplazaron al primo político y designaron como su reemplazo a un excelente profesional, ingeniero agrónomo y destacado parlamentario demócrata cristiano.

El Ministerio de Agricultura había sido asignado para su manejo al partido Democracia Cristiana aliado del partido de gobierno Acción Popular.
Durante la universidad, Darío se inscribió en la Democracia Cristiana y empezó a concurrir a sesiones de la juventud de la Democracia Cristiana en Magdalena del Mar.

No conocía personalmente al nuevo ministro, pero por ser integrante del mismo partido, le solicitó una cita, se la concedió y lo recibió muy bien, le hizo tomar asiento y conversó con Darío en forma muy amigable, quien le dijo lo mismo que a su pariente el anterior ministro; pero qué diferente trato y respuesta, le contestó que él necesitaba una persona de confianza en Huánuco, región a la cual representaba en el congreso, y que lo nombraría en una vacante en el programa de estadística y cartografía que el ministerio de agricultura había suscrito con la universidad agraria de La Molina.
Efectivamente, al día siguiente se emitió una Resolución Suprema designando a Darío como Jefe de Zona de este programa, con sede en Huánuco y abarcando los departamentos de Huánuco, Pasco, parte de Ucayali y parte de Junín.

Se le asignó un jeep, un Nissan Patrol de color azul con un tono ya deteriorado por el tiempo, sería del año 1962 o 1963, y se apreciaba que había tenido un uso intensivo.

Sin ninguna instrucción sobre el trabajo a realizar se dispuso el viaje de Darío a la ciudad de Huánuco, una población de la serranía peruana que no conocía, bueno en realidad fuera de Lima Darío solo había viajado por tierra a Piura, y también a Arequipa, Moquegua y Tacna, pero a la sierra nunca lo había hecho y menos conduciendo un vehículo.

Viajó acompañado por un ingeniero del mismo programa, quien tenía como destino la ciudad de Pucallpa en el departamento de Ucayali, en la Amazonía peruana.

Era la primera vez que Darío viajaba por la carretera central peruana, una vía en zigzag que asciende a los andes desde Lima, desde los cero metros de altitud, hasta el punto más alto en Ticlio, a 4 mil 818 metros sobre el nivel del mar.

El recorrido que hicieron fue: Lima - Ticlio - Oroya - Pampa de Junín - Cerro de Pasco - Huánuco.
Al llegar a La Oroya pararon a tomar un café, pero al regresar al jeep no se pudo encender el motor y tuvieron que permanecer algunas horas buscando un taller de mecánica para solucionar el problema.

Cuando reanudaron la marcha ya empezaba a oscurecer y solo guiándose de los avisos o preguntando, lograron cruzar la Pampa de Junín una extensa planicie de gran altitud, llegando a Cerro de Pasco una ciudad minera, muy pobre, de aspecto triste, carente de luz y colores, solo el gris de las minas.

Bajaron un rato para almorzar. Curioso, los platos llegaban humeantes, pero al probarlos la comida estaba completamente fría.

Al caminar por el pueblo también sentían el frío intenso y el efecto de la altura extrema, la falta de oxígeno era notoria, sintiendo agitación.

Continuando su ruta empezaron el descenso hacía Huánuco. Una bendición, empezar a bajar de altura, se sintieron mejor y empezaron a ver un lindo río y miles de eucaliptos por todas partes, el frío y la altura quedaban atrás.

Les agarró la noche viajando, algo que no deseaban por su falta de conocimiento de la ruta. Pero qué maravilla, primera vez que Darío veía un cielo tan lindo, lleno de miles de luces, planetas, estrellas y galaxias a la vista, con un fondo y entorno de absoluta oscuridad que realzaba su presencia.
Pasaron por un pintoresco pueblito llamado Ambo, y luego de unas horas, totalmente cansados y llenos de polvo llegaron a la ciudad de Huánuco.

Al llegar, Darío se sentía perdido en el fin del mundo y empezó a dudar si había hecho bien en aceptar trabajar en una zona que le parecía tan remota y atrasada. Le daban ganas de empezar el retorno inmediato a Lima.

Se despidió de su acompañante de viaje, y se alojó en el hotel de turistas de Huánuco, ubicado en la plaza mayor de esa ciudad.

Luego de un buen baño, y totalmente rendido quedó sumido rápidamente en un profundo sueño. Al día siguiente, despertó más optimista, tomó un buen desayuno en el mismo hotel, y salió a conocer la ciudad.

Cielo azul, sol pleno, ciudad antigua pero acogedora, no se sentía altura ni frío, un ambiente cálido moderado, y la gente amable.

Se presentó en la sede del Ministerio de Agricultura, una casa antigua habilitada para oficinas, conoció al director, una persona amable.

El Conestcar, como se conocía al Convenio de Estadística y Cartografía Universidad Agraria - Ministerio de Agricultura, tenía una oficina destartalada, independizada por tabiques mal hechos de triplay, en el fondo del vetusto local de ministerio. El programa funcionaba en forma autónoma.

Darío conoció a las 3 personas que trabajaban a su cargo, excelentes empleados de buen trato, excelente comportamiento y muy laboriosos.

Ya estaba en la sede, en su oficina, pero no tenía ni idea de cómo hacer el trabajo, no había recibido ninguna instrucción, ni siquiera una hoja de papel sobre la labor a desarrollar.

El Convenio tenía por finalidad acopiar y procesar información estadística sobre la producción agrícola y pecuaria a nivel nacional.

Se habían establecido Zonas, y Darío tenía a su cargo una muy amplia que abarcaba sierra y selva, incluyendo los departamentos de Huánuco, Ucayali y las zonas de Oxapampa y Satipo en Junín.

El ambiente en el ministerio aparentaba ser bastante relajado. Pasó en muchas oportunidades que, cuando regresaba a trabajar después de almorzar encontraba la puerta del ministerio cerrada con un letrerito pegado que decía “Es cumpleaños de nn, estamos en el restaurante xx para celebrar...te esperamos”, a Darío no le quedaba más que regresar a su habitación del hotel.

Por lo que podía apreciar la gente se dedicaba a pasarla bien en sitios de diversión y tomando bastante cerveza, de trabajo había muy poco.

Todos los fines de semana Darío viajaba a Lima a ver a su novia."


Texto: Capítulo XXI "El Primer Trabajo" del libro "La Odisea de Darío en Perú - Parte 1"

Este libro está disponible en Amazon



Noticias Breves

Mensaje al País del Presidente Vizcarra



PBI

El PBI peruano creció en 4,18%, en octubre 2018, en comparación con similar mes del año anterior; así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el informé técnico Producción Nacional. Asimismo, informó que en el periodo enero-octubre de 2018 se incrementó en 3,70% y en los últimos 12 meses (noviembre 2017-octubre 2018) en 3,35%.

Panetones

En Perú se venderan 36 millones de panetones en el 2018. El país también exporta cantidades de este producto emblemático.



sábado, 8 de diciembre de 2018

Rumbo al Polo Sur la Más Importante Expedición Científica de la Región

Zarpe del Buque Oceanográfico Polar Carrasco(BOP-171) desde el Puerto de El Callao


Perú, con la participación de Argentina, Brasil, Ecuador y España, dio inicio a su expedición anual a la Antartida.

La misión científica hace uso del buque de la Marina de Guerra del Perú "Carrasco", unidad naval de última generación dotada de los últimos adelantos tecnológicos existentes para la realización de investigaciones marinas y polares.

El trabajo que realizarán 167 personas entre marinos y científicos durará 99 días.

Punto de destino es la Base Machu Picchu que Perú posee en el continente antártico.

viernes, 7 de diciembre de 2018

¿Pueden los Cultivos Transgénicos Convivir con Los Cultivos Originarios del Perú?

Los dañinos cultivos transgénicos asedian y podrían destruir a los cultivos de plantas originarias del Perú


No definitivo. Los cultivos transgénicos contaminan los cultivos convencionales, los orgánicos, los alimentos y la miel. Cuando se cultivan fuera del laboratorio es imposible parar el curso normal de la naturaleza: de los insectos, de la polinización o las corrientes de aire. Por ello la contaminación se expande de manera natural e inevitable. Si los cultivos transgénicos contaminan las plantas nativas, estamos en peligro de perder estas plantas madre que son el origen de todas las variedades originarias de Perú, lo que sería un desastre mayúsculo para el país.

ALERTA 

domingo, 2 de diciembre de 2018

Ministerio de Cultura: Algo Más que Museos, Folclore y Otras Artes




"El Ministerio de Cultura de Perú y el Bajo Nivel de la Civilización o Cultura Peruana Actual

Habiendo estado en la posición más alta a nivel de civilización en la época de virreinato del Perú, en la actualidad la cultura peruana se encuentra en los niveles más bajos de Latinoamérica y probablemente en la última posición.


De las altas civilizaciones de las eras Pre-inca, Imperio Inca y Virreinato, entramos en decadencia con la independencia, cuando San Martín y luego Bolívar dejan al Perú destruido y en completo caos.



Y es que el comportamiento de la gente en la ciudad, es de lo más incivilizado en todo aspecto y sin distinción de clase social, raza o posición económica.


Así como para lograr mejoras en la producción agrícola, se requiere mejores prácticas con los cultivos o culturales, con las personas y con la sociedad se necesita lo mismo.

Es evidente, que los ciudadanos peruanos no reciben ninguna enseñanza ni práctica cultural constante, que lleve a tener un mejor comportamiento contribuyendo así a configurar lo que se llama una sociedad culta.

Me parece que, para subsanar esta deficiencia, el Gobierno peruano crea en julio del 2010, un Ministerio de Cultura a cargo de un ministro con voz y voto en el Consejo de Ministros. Antes solo existía un Instituto Nacional de Cultura dependiente de otro ministerio.

No creemos que el Ministerio de Cultura haya sido creado sólo para administrar museos, bibliotecas, teatros, o para promover la música, danzas, folclore, entre otros aspectos del arte peruano, porque para ello no se necesita que integre un consejo de ministros.

Alta cultura, aplicada a las civilizaciones, es sinónimo de gente educada, respetuosa de la ley, considerada con los demás; significa modo de vida bien planeado, ordenado, seguro; y humanizado.

La ciudad de Lima en particular es una muestra viva de cómo se comporta un pueblo incivilizado.

Esta triste situación, la sentimos los peruanos en nuestro día a día en las ciudades, caminando, en coche, atendiéndonos en los servicios públicos, etc. y la verdad que ya estamos bastante saturados de este modo de vida, del discurrir de nuestra vida de una manera tan distinta a otros pueblos del mundo de alta cultura. 

Es fácil para el Ministerio de Cultura dedicarse a actividades en torno al arte, la arqueología y otras prácticas, dejando de lado la medular razón de ser de su existencia, configurar una civilización o sociedad culta.


Elevar el nivel cultural de los peruanos, lograr ciudadanos cultos y ciudades del primer mundo, es el trabajo del ministro de cultura, agregando también obviamente como complemento sus actuales actividades.



El ministro actual, es el más feliz del gabinete de ministros porque en su trabajo no tiene mayores problemas, y para mantenerse en dicha condición hace de la vista gorda con la grave problemática de nuestra desgraciada y atrasada civilización.


El ministro de cultura debe ser proactivo, es decir asumir el pleno control, tomar iniciativa, desarrollar acciones creativas y audaces para generar mejoras, y asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; debe decidir por sí mismo lo que haya que hacer y hacerlo, coordinando para ello con sus pares del consejo de ministros.

Los peruanos no queremos seguir estando entre los pueblos menos cultos de Sudamérica, de Latinoamérica, o entre los primitivos comparando con Europa.

El Ministerio de Cultura, aparenta ser el de menor importancia con respecto a los otros ministerios, pero resulta que es todo lo contrario, es el más importante y el de mayor complejidad, si asume su verdadero y más importante rol que es el de elevar el nivel de la civilización peruana actual."

Texto tomado del libro: Reflexiones Sobre Perú

Este libro está disponible en: