La revista británica The Economist destacó hoy que el actual gobierno peruano seguirá implementando políticas de apertura a la inversión extranjera y de libre comercio, y que tendrá margen suficiente para implementar políticas sociales gracias al incremento de los ingresos fiscales.
“Habiendo ganado el respaldo del sector empresarial peruano, a diferencia de lo ocurrido en su primer gobierno, el presidente Alan García seguirá implementando políticas amigables a la inversión, las cuales se han mantenido desde la década pasada”, señaló.
Sostuvo que García ha heredado una economía fuerte y es “afortunado” de estar en el poder en momentos en que los precios de los minerales alcanzan niveles récord.
Aseveró que el fuerte crecimiento de los ingresos fiscales dará al gobierno margen suficiente para implementar políticas sociales, pero también incrementará las expectativas de la población.
Asimismo, indicó que García tratará de reducir las desigualdades elevando el gasto público basado en infraestructura básica, como las conexiones de agua potable, sanidad y construcción de caminos.
El crecimiento económico será conducido por la inversión relacionada al gas de Camisea, así como al crecimiento de las exportaciones de los minerales, textiles y productos agrícolas.
The Economist expresó que la política monetaria vigilante y la estabilidad monetaria de que ahora goza el Perú ayudarán a mantener la inflación anual en bajos niveles, alrededor del dos por ciento que es la meta fijada por el Banco Central de Reserva (BCR).
En este contexto, estimó que la inflación será de 1.2 por ciento este año, dado que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) en junio fue de 1.5 por ciento.
Asimismo, proyectó que Perú mantendrá el superávit en cuenta corriente tanto este año como el próximo.
Sostuvo que las adendas que se hicieron al texto del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos aclararon el camino para su ratificación en el Congreso estadounidense.
La revista dijo que pese a que la popularidad del presidente García se mantiene elevada en Lima, su aprobación ha comenzado a caer en el interior del Perú, debido principalmente a la insatisfacción social y reformas impopulares.
“Habiendo ganado el respaldo del sector empresarial peruano, a diferencia de lo ocurrido en su primer gobierno, el presidente Alan García seguirá implementando políticas amigables a la inversión, las cuales se han mantenido desde la década pasada”, señaló.
Sostuvo que García ha heredado una economía fuerte y es “afortunado” de estar en el poder en momentos en que los precios de los minerales alcanzan niveles récord.
Aseveró que el fuerte crecimiento de los ingresos fiscales dará al gobierno margen suficiente para implementar políticas sociales, pero también incrementará las expectativas de la población.
Asimismo, indicó que García tratará de reducir las desigualdades elevando el gasto público basado en infraestructura básica, como las conexiones de agua potable, sanidad y construcción de caminos.
El crecimiento económico será conducido por la inversión relacionada al gas de Camisea, así como al crecimiento de las exportaciones de los minerales, textiles y productos agrícolas.
The Economist expresó que la política monetaria vigilante y la estabilidad monetaria de que ahora goza el Perú ayudarán a mantener la inflación anual en bajos niveles, alrededor del dos por ciento que es la meta fijada por el Banco Central de Reserva (BCR).
En este contexto, estimó que la inflación será de 1.2 por ciento este año, dado que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) en junio fue de 1.5 por ciento.
Asimismo, proyectó que Perú mantendrá el superávit en cuenta corriente tanto este año como el próximo.
Sostuvo que las adendas que se hicieron al texto del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos aclararon el camino para su ratificación en el Congreso estadounidense.
La revista dijo que pese a que la popularidad del presidente García se mantiene elevada en Lima, su aprobación ha comenzado a caer en el interior del Perú, debido principalmente a la insatisfacción social y reformas impopulares.