En solo tres días puede lograrse lo que en los últimos 30 años no pudo alcanzarse en las relaciones entre las naciones árabes y los países sudamericanos, destacó la embajadora de Marruecos, Oumama Aouad.
Al destacar la celebración de la Tercera Cumbre América del Sur y Países Árabes (ASPA), encuentro que se realizará en Lima, dijo que es "una plataforma privilegiada" para llevar adelante un diálogo político entre ambas regiones y hacer que los vínculos económicos sean duraderos.
"Ese proceso lo hemos reforzado con la propia Unión de Naciones Suramericanas y la Liga de los Estados Árabes."
Como prueba de esa voluntad integracionista, resaltó que Su Majestad, el rey Mohammed VI de Marruecos, fue uno de los primeros en confirmar su asistencia al encuentro en la capital peruana.
Junto al rey marroquí, anunció que también vendrá un grupo de empresarios interesados en el intercambio comercial y la inversión en tierras peruanas.
Caída de barreras
Argumentó que para Marruecos, esta reunión tiene una crucial importancia, desde que se celebraron dos anteriores cumbres en Brasilia (2005) y Doha (2009), al considerar que "estas cumbres sirven también para derrocar las barreras mentales que dificultan a veces las relaciones entre los pueblos".
"Y los resultados de ambas pueden verse en las dos declaraciones que permitieron un acercamiento en todos los ámbitos, tanto político, económico, cultural y de solidaridad entre uno y otro bloque.", manifestó.
En cuanto a la región sudamericana, la embajadora Aouad sostuvo que también es importante ese acercamiento porque el bloque árabe se encuentra conformado por países con "una economía creciente y con una dinámica excelente".
Importante oportunidad
La embajadora Aouad dijo que "es una oportunidad de oro que puedan reunirse jefes de Estado y de Gobierno y a altos funcionarios de ambos bloques por varios días para conocerse directamente, intercambiar sus opiniones, experiencias, firmar acuerdos, por eso, las expectativas son grandes."
Destacó que el mayor potencial a desarrollar entre ambas regiones, sin considerar el aspecto económico y comercial, es el patrimonio histórico común, heredado de la civilización andalusí y traído a los países sudamericanos por España.
"Este importante legado histórico debe servir de puente entre nuestros pueblos y ser aprovechado con su potencial cultural y simbólico."
Via El Peruano