“Creo que los inversionistas reaccionarán y tomarán decisiones de inversión o postergándolas, dependiendo de cómo evolucionen las encuestas”, aseguró. El economista participó junto a Theresa Paiz, analista de la agencia de riesgo Fitch, en un acto de la Asociación Peruano-Americana en Nueva York, donde repasaron el comportamiento de la economía peruana durante la crisis reciente y la evolución de sus calificaciones crediticias, entre otros aspectos.
Oganes explicó que su entidad prevé para el Perú un crecimiento del 5.5% este año y del 6% para 2011, con lo que superaría las proyecciones para América Latina de 4.6% y 3.8%, respectivamente.
Liderazgo
Manifestó que el Perú fue uno de los líderes de la recuperación económica en la región, y junto a Brasil estuvo a la cabeza de la reanimación de la producción industrial y de las ventas minoristas, entre otras áreas. Señaló también que fue uno de los países que pudieron responder a la crisis de manera más intensa pues, en el ámbito fiscal, tuvo espacio para incrementar el gasto, y en el monetario, para cortar tasas de interés, lo que favoreció que tuviera un avance positivo en 2009. “También hay un factor de suerte”, agregó en alusión a que es un país exportador de minerales y los precios de las materias primas se recuperaron de manera notable, lo que “está claramente apoyando a la economía peruana”.
Oganes aseguró que la evolución positiva de la economía peruana “es una mezcla de haber hecho bien las cosas y de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado”, y no descarta que los tipos de interés comiencen a subir a mediados de este año.
Esperan reformas
Theresa Paiz destacó la evolución positiva de las calificaciones crediticias para el Perú desde 2001, hasta llegar al nivel BBB- en 2008, en el caso de la deuda a largo plazo en moneda extranjera y BBB en la emitida en moneda local, en ambos casos con perspectiva “estable”. Fitch prevé que la economía peruana avanzará a un ritmo anual del 6% este año y un porcentaje similar en 2011.
De cara al futuro, prevé un progreso en reformas estructurales que impulsen la productividad y un crecimiento robusto, y confía en que se afianzará el consenso respecto a las políticas económicas a desarrollar. Frente a ello, considera otras posibilidades desfavorables para la perspectiva de las calificaciones, incluida la adopción de políticas que ocasionen un deterioro de las dinámicas en la deuda externa y pública a medio plazo, o un alejamiento significativo tras las elecciones del marco actual de políticas económicas. (EFE)