Hace unos días me invitaron a ir de paseo al Club de Villa sede Chosica. Lindo sitio con todas las comodidades necesarias para un excelente paseo. Pasamos un lindo día.
Lamentablemente, el viaje de ida y de retorno a Lima, unos 30 kilómetros, una gran decepción.
Toda la carretera llena de viviendas en mal estado, a medio construir, mayormente en ladrillos y con fierros al aire, sin acabados, todo tipo de diseños. Espacios de tierra, terrenos mal cercados, tiendas y restaurantes de mala muerte, mototaxis destartalados con lonas viejas y pintados de cualquier manera.
Tráfico pesado, desordenado, donde impera la ley del más fuerte, con desvíos y caravanas continuas. Demoramos como 2 pesadas horas para ir y otras 2 para regresar a casa en Magdalena.
Un panorama realmente desolador de las viviendas, comercios, transporte, carreteras, orden, a todo lo largo de la carretera. Y no es el nivel social más bajo, existe aún otros peores.
Triste que con tanto dinero disponible, nadie se haya preocupado de que Lima crezca de buena forma, como sí lo han logrado otros países.
El Gobierno no puede esperar más, hay que iniciar la corrección de lo que se hizo mal y eso pasa por un programa de reconstrucción en las zonas periféricas de Lima, empezando por el proceso de culminación total de las viviendas inconclusas incluyendo todos los acabados, dentro de un proceso debidamente planificado y con patrones estándar por zonas.
Sin duda, también, que el exceso de municipalidades ha contribuido al caos en el desarrollo de Lima basado en invasiones. Es seguro que una sola municipalidad para Lima Metropolitana debidamente potenciada hubiera tenido una mejor actuación.
Manos a la obra Gobierno de Pedro Castillo. Convertir todos los distritos a imagen y semejanza del distrito de Miraflores es una necesidad prioritaria.
Convirtamos un conglomerado de ciudades, como lo es Lima, en una sola bella ciudad.