Las esperanzas de hallar con vida a más personas se desvanecen a más de tres días del catastrófico terremoto y sus sucesivas réplicas, en un clima gélido
Los equipos de rescate en Turquía y Siria seguían trabajando a contrarreloj para hallar a supervivientes de entre los escombros por el potente terremoto del lunes, que deja 17.100 personas muertas y más de 60.000 heridos.
Durante tres días y tres noches desde el seismo de magnitud 7,8, miles de socorristas trabajaron en temperaturas gélidas para encontrar a sobrevivientes bajo los edificios derrumbados a ambos lados de la frontera. Se cree que decenas de miles han perdido sus hogares.
A medida que pasan las horas, también crece la frustración y el enfado por la escasa ayuda que llega a algunas áreas situadas en zonas de difícil acceso o afectadas por los conflictos geopolíticos de la zona.
"¿Dónde está el Estado? ¿Dónde está?", se desesperaba Ali en la ciudad turca de Kahramanmaras, en el epicentro del terremoto, que todavía esperaba hallar con vida a su hermano y su sobrino.
La ayuda a Siria es una cuestión delicada para numerosos países occidentales. Aunque está sancionado por Bruselas, el gobierno de Bashar al Asad hizo llegar una petición formal de ayuda a la Unión Europea. (Datos: diario El Mundo de España)