A los noticieros de las televisoras privadas locales de señal abierta se les puede denominar los "noticieros sangrientos".
Robos, asesinatos, violaciones, muertes por accidentes de tráfico, incendios, inundaciones, tráfico de drogas, estafas etc etc son los temas que copan estos noticieros de 6 a 9 de la mañana y en las noches.
No hay una sección policial, todo el noticiero está dedicado al delito, accidentes, desastres y todo tipo de noticia negativa.
Los temas positivos no existen, el mundo es ignorado, la ciencia, la cultura, el arte, la economía, la sociedad, no son mencionados ni por un segundo.
Sin duda, hay exceso de material relativo a la falta de seguridad interna que ya viene afectando de diversas maneras a la mayoría de las familias peruanas.
Esto nos debe llamar la atención sobre la evidente falta de capacidad, preparación y prestigio de la policía peruana, venida a menos desde que Alan García, en su primer gobierno, eliminó la prestigiada Guardia Civil y también la Policía de Investigaciones y la Guardia Republicana, reemplazándolas por todo un engendro, nuestro actual cuerpo policial.
Surge una gran interrogante ¿porqué el gobierno no toma acción y repone a las instituciones policiales que sí trabajaban bien y mantenían el orden y la seguridad interna? ¿porqué no enmendar el grave error o acción mal intencionada de Alan García en su primer gobierno?
No solucionar el problema policial y no hacer nada para que los canales de televisión local de señal abierta mejoren su programación, la verdad que llama la atención porque la situación ya lleva un tiempo prolongado y nadie dice nada al respecto.
¿Se trata sólo de la reconocida indolencia peruana o seguimos manteniendo en vigencia una política de Estado cuyo objetivo ha sido y sería mantener distraída y en zozobra permanente a la población, para que no fije atención en otros temas centrales?
¿Que ganamos los peruanos al saturarnos día y noche con temas policiales? la respuesta es nada, todo lo contrario solo aumentamos nuestras preocupaciones, miedo, pesimismo, baja en la moral, y abstracción a saber sobre cualquier otro tema.
El caso es de mayor gravedad para las familias que no tienen televisión por cable, y solo pueden ver la televisión local de señal abierta, las que son mayoría. (jlhurtadov@gmail.com)