El Girasol - Helianthus annuus, es originario de Perú.
Francisco Pizarro, comandante de la expedición española que venció al Imperio Cuzqueño, descubrió el Girasol en lo que hoy es territorio peruano.
Antes, los nativos veneraban imágenes de oro del girasol como símbolo del dios sol.
Desde Perú, semillas de Girasol fueron llevadas a Europa a comienzos del siglo XVI por los españoles, y desde allí se extendió por todo el mundo, donde hoy es cultivado intensivamente en numerosos países.
El nombre Girasol se refiere a que el receptáculo floral gira según la posición del sol (heliotropismo). Otro nombre común mirasol es más preciso, ya que indica que es un heliotropismo/fototropismo positivo, o sea hacia la luz. Esta orientación variable se manifiesta cuando la planta todavía es joven; cuando madura, ya no gira y se queda en una posición fija hacía el levante. Las hormonas vegetales son las que le dan fototropismo positivo al girasol joven: permiten un mayor crecimiento de los tejidos en un sentido, lo que facilita el giro de la planta.
El girasol contiene hasta un 58 % de aceite en su fruto, aceite que se utiliza para cocinar, y también para producir biodiésel. El aceite de girasol virgen —obtenido del prensado de las pipas—, aunque no posee las cualidades del aceite de oliva, sí posee una cantidad cuatro veces mayor de vitamina E natural que este. El "orujo" que queda después de la extracción del aceite se utiliza como alimento para el ganado.
Los tallos contienen una fibra que puede ser usada en la elaboración del papel, y las hojas pueden servir también de alimento para el ganado.
Los frutos del girasol, las populares «pipas», suelen ser consumidas tras un leve tostado y, en ocasiones, un leve salado; se consideran muy saludables ya que, al igual que el aceite de girasol, son ricas en alfa-tocoferol (vitamina E natural) y minerales.
Propiedades:
Semillas:
Aportan Vitamina B6, tiamina, magnesio, cobre, fósforo, selenio y manganeso. Al ser bajas en sodio y colesterol, ayudan a proteger el corazón. Son ricas en vitamina E, por lo que son importantes antioxidantes. Ayudan a la digestión al ser abundantes en fibra dietética. Son buenas para la salud del cerebro. Proveen grandes niveles de energía por las altas cantidades de proteínas y carbohidratos. Fortalecen los huesos y músculos. Son útiles durante el embarazo por su alto contenido de ácido fólico.
Aceite.
Posee un alto contenido de vitamina E y ácidos grasos; se puede utilizar tanto como aderezo en crudo como para cocinar. Dentro de sus beneficios encontramos: Ácidos grasos (mono y polinsaturados), que junto con los ácidos linoleico, oleico y vitamina E, ayudan a reducir el riesgo de problemas del corazón, la obesidad y la indigestión. Su riqueza en vitamina E lo convierte en un gran aliado para la belleza, pues tiene grandes poderes antioxidantes. Es un gran auxiliar para regular el colesterol, ayudando a mantener limpias las paredes internas de las arterias, previniendo así la arterioesclerosis. (datos: Fuentes diversas)