Mostrando entradas con la etiqueta Atómico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Atómico. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de septiembre de 2023

Riesgo Altísimo de Autodestrucción Nuclear de la Humanidad - El Reloj del Apocalipsis

 


"Actualmente, el riesgo de una detonación nuclear por malas interpretaciones y malos cálculos es altísimo": Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz

Aunque nació en un país sin poder militar, el médico costarricense Carlos Umaña sabe mucho sobre las armas nucleares que hay actualmente en el mundo, y de los peligros, no solo de que sean usadas, sino de que sean activadas por accidente, error humano o hackeo.

De hecho, Umaña es uno de los grandes referentes en la lucha para eliminar los arsenales nucleares, un camino que para él pasa por estigmatizarlos y concientizar sobre el riesgo de la retórica actual.

"Jugar al más valiente con armas nucleares es algo increíblemente peligroso que nos tiene absolutamente a todo el mundo al borde de un precipicio", afirma.

Copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (que ganó el Premio Nobel de la Paz en1985), él mismo obtuvo ese galardón en 2017 junto a ICAN, la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, a la que pertenece.

BBC Mundo habló con él en el contexto de su participación en el HAY Festival de Querétaro.

La invasión de Rusia a Ucrania ha reavivado los temores de una destrucción masiva, en un mundo cada vez más conectado y vulnerable y ¿es la vez que más próximos hemos estado de una guerra nuclear?

Son varios los expertos que concuerdan con este análisis.

El hecho más famoso sería el Reloj del Apocalipsis del Boletín de Científicos Atómicos, que este año y debido a esta guerra está apuntando a menos 90 segundos de la medianoche, es decir, es el riesgo más alto de la historia.

Este es un reloj que mide el riesgo de una destrucción catastrófica en manos humanas y ha variado en la historia, mientras más cerca de la medianoche, mayor el peligro.

En 1963, a consecuencia de la crisis de los misiles en Cuba, estuvo en menos 7 minutos. 

Luego en 1983 estuvo a menos 2 minutos.

Al final de la Guerra Fría se situó a menos de 14 minutos.

El Reloj del Apocalipsis llegó este año al punto más cercano a la medianoche, la hora simbólica en el que la humanidad llega a su fin.

En un momento en el que la retórica y las amenazas de uso de armas nucleares por parte de Rusia han hecho saltar todas las alarmas... ¿Cree que los líderes son conscientes de las consecuencias que tendría un conflicto nuclear?

Son conscientes, pero a la vez hay un juego al que están habituados.

Las consecuencias serían sin duda devastadoras para el mundo.

Se habla, por ejemplo, de una sola detonación de un arma nuclear como algo táctico o estratégico, como si una bomba fuera algo pequeño, pero en realidad no hay armas nucleares pequeñas.

Si un arma nuclear táctica de unos 100 kilotones -que sería de una potencia de unas cinco o seis bombas de Hiroshima-, detonara en una gran ciudad, tendría el potencial de aniquilar de forma inmediata a cientos de miles de personas y de dejar heridas a muchísimas más.

Y cuando hablamos de heridas, estamos hablando del síndrome de radiación aguda, que es una descomposición de los órganos y los sistemas vitales, uno de los padecimientos más dolorosos por los que puede pasar cualquier ser vivo.

¿Y si ocurriera más de una detonación?

Si hablamos de una guerra nuclear a gran escala, además de los decenas de millones de muertos y heridos, también se generarían muchísimo hollín y escombros que subirían a la estratosfera y bloquearían la luz solar.

Ese bloqueo provocaría a su vez una oscuridad y un descenso drástico y súbito de la temperatura en un promedio de unos 25 °C.

Esto es lo que se denomina el invierno nuclear.

De esta manera, lo que hubiese sobrevivido a la devastación y la radiación tendría que hacer frente a este frío extremo y a esta ausencia de la luz solar.

¿Cuál es el riesgo de que esto pase?

Ese es el gran meollo aquí.

Actualmente el riesgo de malas interpretaciones y malos cálculos es altísimo.

Hemos visto que solamente en Estados Unidos ha habido ya más de mil accidentes con arsenales nucleares y hemos estado en seis ocasiones, que se sepa públicamente, al borde de una guerra nuclear a gran escala, no en época de guerra, sino en época entre comillas de paz.

¿Qué ocurre? Que de las 12 mil 500 ojivas que tienen los arsenales nucleares mundiales hay aproximadamente unas 2 mil que están en estado de alerta máxima, es decir, están listas para ser detonadas en un lapso de unos 6 a 15 minutos.

Estos sistemas responden a quien da la orden de detonarlos, y dependen de sistemas de alerta máxima, que son vulnerables a ciberataques, a errores técnicos, a errores humanos y han confundido cosas banales como una nube de tormenta, una tormenta solar, una banda de gansos o un globo meteorológico, con una amenaza nuclear.

Las personas que están detrás de estos sistemas tienen que interpretar estas falsas alarmas como verdaderas o como falsas.

Esto quiere decir que en un contexto de guerra, donde hay amenazas nucleares explícitas, y donde se han cruzado ya varias líneas rojas, el riesgo de que se dé un mal cálculo o una mala interpretación es bastante más alto.

Entonces, ¿la guerra nuclear más probable no es una intencional, sino una accidental?

Sí, hay un componente accidental definitivamente bastante fuerte aquí y también tenemos que considerar otra cosa.

Cuando la gente habla de que la guerra nuclear es algo poco probable, porque ningún líder estaría tan loco, tenemos que tener en cuenta que estamos ante personas emocionales y todas las personas piensan de forma distinta cuando están ante una crisis.

De hecho, los simulacros que se han hecho con los tomadores de decisiones en estos entornos al final escalan la guerra, porque es lo que hay que hacer, porque es lo que manda el protocolo, es decir, si me atacan con armas nucleares, tengo que devolver el ataque con armas nucleares, y así sucesivamente.

Es la destrucción mutua asegurada, es mejor que se destruya todo a que solo me destruyan a mí.

Ese es el pensamiento actual de los líderes y en el contexto de un accidente es muy peligroso.

Actualmente hay nueve países con armamento nuclear: Rusia, Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte.

La aceptación de un orden internacional en el que algunos países cuentan con armas de destrucción masiva mientras que están prohibidas para los demás es vista ya por muchos expertos como insostenible, ¿cuán inestable es esta situación?

Hay una contradicción aquí, porque en los años 60, después de la Crisis de los Misiles en Cuba, se dieron dos tratados muy importantes: el de Tlatelolco, que se firmó en 1967 y entró en vigor en el 69, en virtud del cual toda Latinoamérica y el Caribe es una zona libre de armas nucleares.

Y el de No Proliferación de Armas Nucleares, que se negoció en el 69 y entró en vigor en 1970, que tiene tres pilares: el desarme nuclear, la no proliferación y el uso pacífico de la energía nuclear como derecho inalienable.

En ese momento, había cinco estados nucleares: Estados Unidos, la Unión Soviética, ahora Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, que se comprometían al desarme nuclear en un plazo de 25 años.

En el segundo punto los denominados no nucleares se comprometían a no adquirir armas nucleares, y el tercero era que todos los países tienen derecho a desarrollar energía nuclear.

Obviamente, el desarme no ocurrió en 1995, y la idea de que las armas nucleares son solo para unos cuantos envía el mensaje al resto de la comunidad internacional de que las armas nucleares son necesarias y dan privilegio, y debilita el régimen de no proliferación.

La no proliferación depende de progresos, de avances verdaderos en el desarme y es algo que los países nucleares, ahora nueve (se han sumado Pakistán, India, Israel y Corea del Norte) no están dispuestos a ceder...

El artículo de BBC completo aquí: https://www.bbc.com/mundo/articles/c3g111d40epo