Transformado de buque de guerra a yate de placer el que fuera buque insignia de la Marina de Guerra del Perú, el Huáscar, permanece en cautiverio por más de 130 años en Chile.
Miguel Grau en el comando del legendario monitor peruano, mantuvo en jaque por largo tiempo a toda la escuadra chilena, impidiendo la invasión terrestre, durante la Guerra del Guano y el Salitre de 1879.
Fue necesario que Chile reúna a toda su escuadra para enfrentar al pequeño monitor, atacarlo a mansalva, que mueran uno a uno Grau y todos los oficiales peruanos que asumían el comando, y que el buque quede inutilizado, para cesar la lucha y disponer, ya en forma tardía, su hundimiento.
Desde ese momento, han pasado en Perú muchos Gobiernos y ninguno, haciendo gala de una suprema indolencia y muy baja dignidad, tomó la iniciativa de demandar como asunto de Estado a Chile la devolución del Huáscar.
Ningún gobernante peruano ha querido reconocer que es una vergüenza permanente para todos los peruanos que la nave que fuera buque insignia de la escuadra peruana en 1879 permanezca cautiva en Chile y denigrada con una apariencia que no le corresponde.
Tampoco razonan nuestros gobernantes que Grau es el héroe máximo peruano, reconocido también a nivel mundial, y que él se inmoló en el Huáscar, y que no caben homenajes a nuestro héroe si su nave se encuentra secuestrada en Chile.
¿Valió la pena que Miguel Grau se inmolara por un país cuyos gobernantes y pueblo permanezcan tanto tiempo humillados, pasivos, totalmente carentes del orgullo y coraje que él mostraba?
¡La devolución del Huáscar es un asunto de Estado que es imprescindible se cumpla en el menor tiempo posible! (jlhurtadov)