sábado, 13 de junio de 2015

La Insuficiencia Crónica y Terminal de Nuestra Policía - Primera Parte

Alan García - Primer Gobierno

Desde el grave error cometido en el primer gobierno de Alan García, quién eliminó las instituciones policiales existentes y creo un engendro policial la Policía Nacional del Perú PNP, la insuficiencia de este nuevo cuerpo para manejar la seguridad pública con eficiencia y eficacia ha venido creciendo gradualmente año a año.

De una insuficiencia crónica degenerativa hemos pasado a una insuficiencia terminal, lo que significa un colapso final y máxima pérdida de control sobre la delincuencia, la que se ha desbordado como nunca antes hemos visto, sin que vislumbremos la más mínima posibilidad de revertir la caótica situación que vivimos en materia de seguridad todos los peruanos.

A continuación un importante artículo publicado en abril del 2014 sobre este tema:

La Importancia del Porte y la Especialización en la Policía para Afrontar con Exito el Crecimiento Desmedido de la Criminalidad y el Caos Ciudadano

Oficial de la Guardia Civil del Perú

Entre los errores cometidos en el primer gobierno de Alan García estuvo el relativo a las reformas aplicadas en materia de seguridad pública. Fusiona los 3 cuerpos policiales especializados existentes en esa época: la Guardia Civil, la Policia de Investigaciones, y la Guardia Republicana, y genera un engendro la Policía Nacional del Perú.

Cada uno de estos cuerpos policiales tenía una especialidad, la Guardia Civil la seguridad y orden público, la Policía de Investigaciones como su nombre lo indica la investigación del delito, y la Guardia Republicana la custodia de entidades públicas, cárceles y fronteras.

Los institutos fusionados mantenían también diferencias en cuanto a los niveles de calidad en todo aspecto. La institución de más alta calidad era la Guardia Civil, le seguía la Policía de Investigaciones, y a continuación la Guardia Republicana.

Al realizar la fusión se pierde todo lo bueno que tenía la Guardia Civil y las otras instituciones, y empieza a prevalecer la mediocridad. Igualmente se pierden las especializaciones, todos los policías se convierten en generalistas, el especialista en investigaciones va a manejar el tránsito de vehículos; el especialista en cárceles va a integrar la policía montada; el especialista en orden público va a realizar investigaciones de crímenes, resultado el caos total, confusión, desmoralización y pésimo desarrollo del trabajo policial.

Empiezan a proliferar en todo el territorio nacional escuelas de policía a las que se ingresa sin mayores exigencias y de las que egresan constantemente grupos numerosos de "policías" muy mal preparados porque tuvieron profesores mediocres, carecieron de materiales y equipos apropiados, no contaron con la infraestructura física apropiada, y no recibieron los ciclos de educación suficientes. 

De las escuelas de policía egresan gruesos contingentes de "policías" que no tienen ninguna especialización, no son expertos en seguridad y orden interno, no son investigadores del delito, no están preparados para la correcta custodia del Estado, cárceles, locales públicos. en síntesis no saben nada.

Estos nuevos "policías" salen a aprender en el terreno, y tienen que tener mucha suerte para llegar a una buena unidad policial, que tenga un jefe serio, preparado, correcto, honesto, laborioso, que quiera a su institución, que conozca bien todo lo que debe hacer un policía, y que tenga la vocación de enseñar. Si esto ocurre el novato irá por buen camino, pero las probabilidades de que esto suceda en la situación actual son mínimas.

¿Revolver, pistola, balas, chaleco antibalas, uniforme? nada, cada policía tiene que comprarlos, recurriendo a sus magros fondos, el Estado no provee nada.

En la calle, nadie hace caso al policía, nadie lo respeta, y es más se le enfrentan, lo insultan, y lo agreden físicamente. El policía representa la ley y tiene que ser respetado ¿pero porqué ello no ocurre?

Como en cualquier policía del mundo, el porte policial es importante: buena presencia, talla por encima del promedio, fortaleza física, cultura, buena presentación con uniforme y armamento apropiado, comportamiento digno, no sometimiento a actos de corrupción. Estas características no corresponden a gran parte de la Policía Nacional del Perú PNP.

El policía no puede estar realizando trabajos complementarios, no debe convertirse en wachiman, guardian, o portero de bancos, empresas y construcciones, y peor aún nunca usar el uniforme de la Policía Nacional del Perú en estos trabajos. A los ojos de la gente, alguien que realiza este tipo de trabajos vestido de PNP no puede ser representante de la ley.  

Podemos afirmar que la PNP ha colapsado y se muestra en obsolescencia e incapacidad para afrontar una situación de gravedad. Nunca el país estuvo como ahora invadido por delincuentes de todo tipo. Los secuestros, asaltos, robos, violaciones, asesinatos y otros delitos se van tornando en rutina diaria. Personas de todas las clases sociales, mujeres, hombres, ancianos, niños, jóvenes sin distinción son afectados por la delincuencia. 

La respuesta del Gobierno, a nuestro juicio es errónea. Más policías y más coches patrulleros no van a solucionar un grave problema que va en  progresión geométrica. El patrullero llamado "inteligente" deambula por las calles con una tripulación sin porte policial, que no genera respeto, no representa autoridad, y cede en algunos casos a incentivos económicos.


Muchos errores del primer gobierno de Alan García fueron corregidos y el país va ahora por buen rumbo, sin embargo el atentado contra la seguridad interna del país no ha sido aún enmendado, y ya se acumulan varias décadas de aumento de la criminalidad y el caos ciudadano. 


Retorno urgente a la especialización policial desde las escuelas, marcha atrás con la Policía Nacional del Perú, y reactivación de la Guardia Civil, Policía de Investigaciones, y Guardia Repúblicana.


Personal de élite, formación de alta calidad por especialidades, equipamiento de última generación, sedes modernas, nuevos uniformes, nuevo armamento, buenas remuneraciones, calidad y no cantidad, trabajo a tiempo completo y dedicación exclusiva, serían las características de las entidades reactivadas.


Con la sola presentación de este proyecto policial se conseguiría un efecto inmediato, tranquilizar a la población peruana y darle esperanza del inicio de un período de plena seguridad. 


Devolvamos a nuestros policías el porte necesario para que afronten con éxito su duro trabajo
(hurtvillac)

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