sábado, 18 de agosto de 2007

Puente Aereo por el Terremoto


Un puente aéreo establecido por las Fuerzas Armadas peruanas entre los aeropuertos de Lima y Pisco ha permitido a la Defensa Civil empezar el reparto de ayuda humanitaria en la ciudad de la costa central del Perú arrasada por el terremoto del pasado miércoles. Además, el Ministerio Público de Perú ha aumentado el número de víctimas a 486. La fiscal General peruana, Adelaida Bolívar, detalló que 335 personas murieron en Pisco, 75 en Chincha, 65 en Ica, 5 en Cañete y 6 en el puerto limeño del Callao.

Ante las dificultades de acceder por otros medios, unos cuarenta vuelos militares de carga han trasladado a Pisco por vía aérea, más de 400 toneladas de agua, víveres, ropa y medicinas, explicó el comandante Marco Aparicio, encargado de operaciones de carga del Grupo 8 de la Fuerza Aérea.

El reparto de la ayuda no ha sido sencillo, y el caos se apoderó durante algunos instantes de la localidad cuando decenas de personas impacientes por el desorden en la distribución de ayuda saquearon tiendas, una farmacia y una panadería, mientras un reducido grupo de policías trataba de mantener el control.

"No tenemos carpas ni iluminación. Estamos como en las cavernas, haciendo fogatas", explicó Diego Molina, de 35 años, mientras esperaba recibir alimentos enlatados. También en el cementerio de la ciudad se han registrado problemas, ya que decenas de personas pelearon por los escasos espacios libres que quedan en el lugar, al tiempo que otros cavan en los jardines para enterrar a sus muertos.

Dos aviones Hércules C-130 y otros dos Antonov AF-14 han llevado el mayor peso de esta operación, que ha permitido trasladar también a Pisco expertos en desastres, médicos y especialistas sanitarios, para atender a una población que lo ha perdido casi todo.

En las bodegas de los aviones, entre las mercancías, recostados sobre sacos de arroz y lentejas o sentados en bidones de agua o cajas de galletas, los especialistas han podido llegar al lugar de la catástrofe, que se ve desde el avión de color terroso, entre nubes de polvo junto al mar en un día soleado.

El encargado de distribuir la ayuda, James Atskin, pide a la gente que acuda a los nueve albergues y puntos de distribución establecidos

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Desde el aire, Pisco es ahora una ciudad sin techos, con la mayor parte de sus casas derruidas, y un hervidero de gentes que se concentra especialmente en el centro urbano, la zona más afectada por el terremoto que el pasado miércoles alcanzó los 8 grados Richter frente a sus costas.

Los vuelos militares han regresado a Lima con docenas de heridos graves, evacuados para ser atendidos en hospitales de la capital peruana, que ha recuperado prácticamente la normalidad, tras una noche de confusión y terror.

Pisco, puesto de mando gubernamental
En el aeropuerto de Pisco ha establecido su puesto de mando el presidente Alan García, con buena parte de sus ministros, aunque la persona más solicitada es James Atkisn, director regional de la Defensa Civil y la persona encargada de distribuir la ayuda llegada en el puente aéreo, en que colaboran aviones de la Armada y del Ejército de Perú.

Ante las múltiples peticiones que le llegan de autoridades locales, Cruz Roja y grupos de ayuda y rescate, Atkins responde que "la ayuda se está entregando" y pide a la gente que acuda a los nueve albergues y puntos de distribución de agua alimentos y de asistencia sanitaria establecidos en la ciudad.

"No podemos ir casa por casa y parar en las calles a distribuir el agua", el elemento más solicitado por la población, recalca Atkins, quien señala que multiplicar los puntos de reparto causaría una situación de descontrol.

Hasta ahora han recibido agua embotellada, víveres, medicinas, ropa y mantas, pero no es suficiente y todavía no ha llegado combustible, que precisan los vehículos que deben hacer la distribución. Por tierra, los convoyes enviados a la zona están en las cercanías de Pisco, pero aún no han llegado, y se espera también que esta tarde arribe al puerto un buque cisterna con agua que podrá aliviar las perentorias necesidades, insistió el responsable de la Defensa Civil.

La catástrofe, por el momento, "no ha provocado epidemias", asegura el coordinador de socorro de la Cruz Roja. La mayor parte de esta ayuda procede de Perú, pero también han empezado a llegar envíos de Colombia, Estados Unidos, Bolivia y España.

Un helicóptero accidentado
Siete personas han resultado heridas al estrellarse un helicóptero que transportaba ayuda humanitaria, informó la televisión peruana. El aparato, perteneciente a la Fuerza Aérea, cayó sobre el campo ferial de la ciudad de Ica, 300 kilómetros al sur de Lima, a las 16.50 hora local (21.50 GMT).

El jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Luis Felipe Palomino, ha indicado que las heridas que sufrieron los ocupantes del aparato son leves y que entre ellos se encuentra un camarógrafo y un fotógrafo de este organismo. Los lesionados fueron atendidos en un hospital de Ica, agregó Palomino.

El helicóptero realizaba la ruta Pisco-Ica, ciudades separadas por unos 70 kilómetros que son las más afectadas por el seísmo.

Tomado del diario El Mundo de España - 18/08/2007


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