CUMBRE ILUMINADA - ESTANTERÍA DE BUENOS LIBROS
En su estrategia para superar el Brexit y ganar influencia en el mundo como potencia individual y no integrada en la Unión Europea, Gran Bretaña apenas mira a Latinoamérica. En el siglo XIX le importó enormemente la región y ocupó el lugar de referencia que había dejado España tras la independencia de sus colonias americanas, hasta que, con el comienzo del siglo XX, Estados Unidos extendió su hegemonía al resto del continente. En este siglo XXI, al Reino Unido le importa más Asia, donde se está produciendo la gran expansión económica del mundo, y África, donde intenta recuperar la ascendencia que tuvo como metrópoli imperial.
El largo documento «Un Reino Unido global en una era competitiva», que recoge la nueva estrategia nacional conocida como «Global Britain», solo contiene dos breves párrafos, ya muy avanzado el texto, dedicados a Latinoamérica. Londres se marca como prioridad su relación con el entorno euroatlántico en el que se encuentra (EE.UU., Canadá y resto de Europa), la región del Indo-Pacífico y África Oriental.
De Latinoamérica, el documento estratégico británico destaca los recursos naturales con los que cuenta (el 23% de los bosques tropicales, el 30% de las reservas de agua dulce y el 25% de la tierra cultivable), que pueden constituir la base para una mayor relación con la región. También apunta a su deseo de un incremento del comercio principalmente con Brasil y México, así como con Argentina, Chile y Colombia. Y como tercer elemento, Londres también apunta a su interés en preservar la soberanía británica sobre las islas Falkland (Malvinas), Georgia del Sur y Sándwich del Sur. Sobre esto, señala que el Reino Unido «continuará garantizando que los intereses de las 3.500 personas que viven allí están protegidos en línea con el principio de autodeterminación».
Precisamente, la situación en la que quedan las Malvinas inquieta a Londres, pues los últimos años esas islas venían exportando a la UE productos, básicamente pesca, por valor de más de 200 millones de euros. Se prevé que ese comercio disminuya, dado ahora se ve afectado por las tarifas que Bruselas impone.
Acuerdos de libre comercio
El Reino Unido ha establecido acuerdos de libre comercio con diversos países latinoamericanos que ya tenían un trato de ese tipo con la Unión Europea, de forma que la negociación ha podido ser rápida. El 1 de enero de 2021, cuando entró en vigor la separación británica de la UE, también se hicieron efectivos acuerdos de libre comercio de Gran Bretaña con México y con Chile, con el bloque de la Comunidad Andina (Perú, Ecuador y Colombia, país en el que la aplicación ha tenido alguna demora) y con Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá). Lo mismo ocurrió con catorce países del Caribe que, asociados como Cariforum, ya tenían esa relación con la UE, entre ellos República Dominicana. Esto hace que un tercio de los 66 acuerdos de libre comercio con países de fuera de la UE que el Reino Unido estrenó con la implementación del Brexit se hayan firmado con la región de Latinoamérica y el Caribe.
Sin embargo, Londres no ha podido todavía establecer un trato semejante con Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), pues el acuerdo firmado entre ese bloque y la UE todavía no ha sido ratificado por sus miembros, así que su viabilidad o aspectos de su contenido están en cuestión. Pero, además, la crisis interna que vive Mercosur sobre el establecimiento de nuevos acuerdos comerciales pone en duda un pronto pacto de ese grupo con el Reino Unido.
Por otra parte, Londres no va a poder cumplir su deseo de adherirse al tratado de libre comercio de Norteamérica. Aunque tiene acuerdos separadamente con Canadá y con México, no lo tiene con EE.UU. Además, difícilmente los otros dos países estarían dispuestos a diluir su estrecha relación con su vecino estadounidense con la entrada de un cuarto socio. Mayores perspectivas tiene la intención británica de incorporarse al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, donde puede estrechar el comercio con Chile, Perú y México, que forman parte de ese grupo.
Posibilidades: alimentos y seguros
Sin ser Latinoamérica una prioridad estratégica para el Reino Unido en el post-Brexit, expertos del «think tank» británico Chatham House han señalado recientemente que la región ofrece posibilidades comerciales de interés para Londres. Por un lado, el Reino Unido venía importando de la UE el 74% de los productos agrícolas y ganaderos que llegaban al país (el 98% de lácteos y huevos y el 83% de la carne), lo que da un margen de crecimiento para el suministro ahora desde otras partes del mundo ante el menor comercio con la UE. En 2018, solo el 1,8% de los productos agrícolas importados por el Reino Unido provenían de Brasil y Argentina, que son grandes productores.
Por otro lado, Londres confía en incrementar la exportación a la región de sus servicios financieros, sobre todo en materia de seguros y pensiones. En 2020, el mayor comprador, que fue Brasil, solo adquirió el 0,4% de los servicios financieros exportados por los británicos, con un total de 1.100 millones de libras. (Texto: diario ABC de España - Emili J. Blasco)
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