domingo, 5 de julio de 2009

Honduras: el golpe de Zelaya


Escribe: Alvaro Vargas Llosa

Cuando un grupo de soldados irrumpe en una casa presidencial, se lleva al presidente y lo pone en un vuelo hacia el exilio, como sucedió en Honduras el domingo pasado, está claro que se ha dado un «golpe». Pero, a diferencia de la mayoría de los golpes en la tortuosa historia de América Latina, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, carga con la mayor responsabilidad por su derrocamiento.

Miembro de la rancia oligarquía a la que ahora condena, Zelaya llegó al cargo en 2006 como líder de uno de los dos partidos de centro-derecha que han dominado la política hondureña durante décadas. Sus propuestas electorales, su apoyo al Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos, y sus alianzas empresariales no hacían sospechar que a mitad de su mandato se convertiría en un travesti político.

De pronto, en 2007 se declaró socialista y comenzó a entablar lazos cercanos con Venezuela. En diciembre de ese año, incorporó a Honduras a Petrocaribe, un mecanismo pergeñado por Hugo Chávez para derrochar subsidios petroleros sobre los países latinoamericanos y caribeños a cambio de su servilismo político. Luego su gobierno se unió al ALBA, la respuesta de Venezuela al Área de Libre Comercio de las Américas, en teoría una alianza comercial pero en la práctica una conspiración política que procura expandir la dictadura populista al resto de América Latina.

El año pasado, siguiendo el guión escrito por Chávez en Venezuela y adoptado por Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, Zelaya anunció que celebraría un referendo para convocar a una asamblea constituyente a fin de modificar la Constitución que prohíbe su reelección.

En los meses siguientes, todos los organismos jurisdiccionales -el Tribunal Supremo Electoral, la Corte Suprema, la Fiscalía, el «ombudsman» de los derechos humanos- declararon que el referendo era inconstitucional. Según los artículos 5, 373 y 374 de la Constitución, los límites al mandato presidencial no pueden ser modificados bajo ninguna circunstancia, solamente el Congreso puede hacer enmiendas a la Constitución y las instituciones políticas no están sujetas a consulta popular.

Desafiando las disposiciones judiciales, Zelaya persistió. Rodeado de una turba, irrumpió en las instalaciones militares donde se conservaban las papeletas, ordenó su distribución. Zelaya se había puesto al margen de la ley, y el Congreso inició un juicio político para destituirlo.

Este es el contexto en el que las Fuerzas Armadas, en una movida poco atinada que convirtió en golpe de Estado un mecanismo perfectamente legal para frenar a Zelaya, expulsaron al presidente. El hecho de que el procedimiento constitucional fuera luego cumplido al designar el Congreso al jefe del Poder Legislativo, Roberto Micheletti, como presidente interino, y que se confirmaran los comicios fijados para noviembre, no quita la mancha de ilegitimidad que afecta al nuevo gobierno.

Este factor ha desarmado a los críticos de Zelaya en la comunidad internacional frente a la bien coordinada campaña que orquesta Hugo Chávez para reinstaurarlo en el cargo.

Dicho esto, la respuesta internacional, que intenta reponer a Zelaya sin mencionar en absoluto sus actos ilegales ni ponerle la condición de respetar la Constitución, ha sido sumamente inadecuada.

La Organización de Estados Americanos, conducida por José Miguel Insulza, de quien me precio de ser amigo, ha actuado como un verdadero perro faldero de Venezuela.

La crisis de Honduras debería atraer la atención del mundo hacia esta verdad respecto de la América Latina actual: que la amenaza más grave a la libertad proviene de populistas electos que procuran destruir las instituciones del estado de derecho a partir de sus caprichos megalómanos.

Dado ese escenario, la respuesta a la crisis de Honduras ha minado la posición de quienes tratan de impedir que el populismo retrotraiga a la región a épocas infaustas, en las que había que escoger entre revoluciones izquierdistas o dictaduras militares

Fuente: diario ABC de España – http://www.abc.es/

viernes, 3 de julio de 2009

Empresarios chilenos seguirán invirtiendo en Perú – Inversiones peruanas en Chile crecen fuerte


Los empresarios de Chile seguirán con sus planes de inversión en Perú, pese al diferendo de límites marítimos que mantienen ambos países en la corte internacional de La Haya, dijo el jueves un ejecutivo líder.

El empresario chileno Hernán Sumerville, presidente del Capítulo Chileno de un consejo empresarial bilateral, invitó además a los empresarios de Perú a invertir en su país y así romper el "mito" de que no son bien recibidos en el sur.

Sumerville y su par peruano Francisco Raffo se reunieron en Palacio de Gobierno con el presidente Alan García.

"Los empresarios chilenos mantienen intactos su interés por invertir en Perú, su plena confianza en la institucionalidad peruana, en el Estado de derecho, en el magnífico manejo macroeconómico que le ha permitido tasas de crecimiento tan espectaculares", dijo Sumerville a periodistas.

Perú mantiene en la Corte Internacional de La Haya una demanda contra Chile en busca de zanjar un viejo diferendo de límites en el mar, en una zona rica de recursos hidrobiológicos.

Chile afirma que la demanda peruana desconoce los tratados marítimos vigentes de 1952 y 1954, los cuales para Perú son sólo convenios suscritos para controlar las faenas pesqueras.

"Perú, por su estabilidad, hace una gran oportunidad para las empresas chilenas (...) que han hecho un aporte importante y las empresas chilenas prácticamente se han 'peruanizado'", afirmó el empresario chileno.

Chile es uno de los mayores inversores extranjeros en Perú, principalmente en los rubros de ventas minoristas, bancario, minería, energía, entre otros. Los empresarios peruanos en cambio tienen limitada presencia en el sur.

"Señalé al presidente de Perú el interés nuestro como empresarios de acoger a empresarios peruanos en Chile. Hay muchos mitos respecto a que la empresa peruana no es bien recibida en Chile, creo que eso es de una absoluta falsedad", dijo Sumerville al final de cita en Lima.

Ambos países han tenido altibajos en sus relaciones tras una guerra que los enfrentó en el siglo XIX y en la que Perú perdió parte de sus territorios a manos de Chile.

(Reporte de Marco Aquino; Editado por Ricardo Figueroa)
Fuente: Reuters


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Inversión peruana en Chile crece fuertemente en todos los sectores, informa Juan Francisco Raffo

La inversión peruana en Chile, en todos los sectores, viene creciendo sostenidamente hasta alcanzar los 2,500 millones de dólares, con lo que la brecha entre lo que invierte cada país en su vecino se ha acortado.

El presidente del Capítulo Peruano del Consejo Empresarial Peruano-Chileno, Juan Francisco Raffo, que la inversión chilena en nuestro país ascendió en el mes de junio a 6,500 millones de dólares, mientras que la peruana en Chile llegó a 2,500 millones de dólares.

“La inversión peruana en Chile crece fuertemente y hay que destacar la apertura de ese país a la inversión peruana de todos los sectores”, indicó.

Esto, pese a que, según dijo, el comercio entre Chile y Perú ha sufrido en lo que va del año una reducción del 36 por ciento, por efecto de la crisis financiera internacional.

“El comercio entre Chile y Perú ha sufrido un fuerte impacto negativo en el año 2009”, declaró a Canal N.

Cabe mencionar que el presidente de la República, Alan García, recibió a empresarios chilenos y peruanos de este conglomerado.

La ocasión sirvió para que el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile e integrante del Consejo Empresarial Peruano-Chileno, Hernán Somerville, asegurara que los empresarios chilenos mantienen intacto el interés en invertir en el Perú y ratifican su plena confianza en la institucionalidad y manejo macroeconómico del país.

Fuente: Agencia Andina de Perú – http://www.andina.com.pe/

Foto 1: Presidente Alan García con empresarios chilenos en Palacio de Pizarro
Foto 2: Presidente Alan García con empresario chileno Hernán Sumerville