martes, 11 de marzo de 2014

Representante Peruano Fue Maltratado en la Ultima Reunión de la OEA sobre la Crisis Venezolana - Triste Rol de Brasil

Juan Jiménez Mayor - Representante Peruano Maltratado en la OEA

Por ser de interés reproducimos una parte de un texto aparecido en el diario El Comercio con respecto a la última vergonzosa reunión de la OEA para tratar la crisis venezolana. 

"BRASIL ALINEADO 

Pero las cosas se complicaron aún más cuando Brasil se alineó con Venezuela, amparándose en la tesis de la no injerencia en temas internos. Las protestas de Estados Unidos y Canadá no se hicieron esperar. En este punto, se acordó un receso (8 de la noche del jueves) para evitar que varios embajadores (entre ellos el Perú) se retiren de la sala de sesiones para restarle legitimidad al tema. Tras la ronda de consultas los embajadores a sus cancillerías, se reinició la sesión sin que nadie sospechara que la tozudez de los países del ALBA terminaría arruinando cualquier propuesta de resolución que no sea conveniente para el gobierno de Venezuela. 

MALTRATO AL REPRESENTANTE PERUANO 

El representante del Perú, Juan Jiménez, por pedir un clima de tolerancia en beneficio de todos los actores políticos venezolanos (que incluía a la oposición) y proponer que se realice un seguimiento de los acontecimientos para verificar si se deben o no activar los mecanismos de la Carta de la OEA o de la Carta Democrática Interamericana, fue criticado de manera agresiva por su homólogo de Venezuela. Algo similar hicieron los representantes de Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Fue necesaria la intervención de Canadá, Chile y Panamá para poner fin a las criticas contra el diplomático peruano, quien fue calificado de diplomático “inexperto” y “recién llegado” por parte de los países antes mencionado. En este punto, siendo la madrugada del viernes, se adoptó la decisión de descansar ocho horas y empezar a trabajar en comisiones antes de reiniciar la sesión del Consejo Permanente. 

MADURO SE SALE CON LA SUYA 

La tarde del viernes las divisiones eran las mismas, pero la resolución en respaldo al régimen de Nicolás Maduro ya tenía los votos suficientes para ser aprobada en el pleno del Consejo Permanente. El embajador peruano, herido en su amor propio por los calificativos recibidos horas antes, encendió nuevamente la discusión al señalar que la OEA no necesitaba expresar su apoyo al Gobierno Venezolano, sino que debía pronunciarse por la grave situación existente en ese país y exigir un diálogo verdadero, transparente, con tolerancia y sin restricciones. Las cosas se complicaron más cuando el Perú, Estados Unidos, Panamá y Canadá calificaron de débil y confusa la declaración que quería ser aprobaba por el Consejo Permanente, ya que no fijaba posiciones claras en torno a la defensa de la democracia y las libertades en Venezuela. 

NUEVA ARREMETIDA DEL ALBA Y BRASIL 

Cuando ya sabía que se sabía que era imposible evitar que se apruebe una resolución no condenatoria a Venezuela, el Perú solicitó que la sesión sea pública y nuevamente los países del ALBA (con el apoyo total de Brasil) se opusieron rotundamente. Al final se procedió a una votación a puerta cerrada y quedó demostrada la ineficacia política de la OEA para resolver con prontitud los problemas en la región. 

Lo grave del tema es que ante un problema delicado como el de Venezuela, los intereses económicos y políticos de algunos países apoyen un nuevo estilo de “secretismo” al interior de la OEA, sin medir las consecuencias de una futura fractura institucional que podría derrumbar los principios de la mencionada institución."

La fractura en Latinoamérica es un hecho, y Brasil viene cumpliendo un vergonzoso papel.

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