sábado, 19 de marzo de 2011

El cholo Kuczynski


No aceptar la riqueza cosmopolita de PPK significa circunscribirse en una cultura local, desconfiada y xenófoba. Solo aceptando nuestro multiculturalismo podremos enriquecer al país y colocar el sancochado peruano en el mundo que aspiramos.

Si haber meado en la arena para muchos era antes signo de civilidad, es paradójico que en nuestro país haber meado en el exterior convierta al emigrante en un ser inferior, despreciable e indigno a los ojos de los peruanos que no salen del país.

Hospitalario y amable con el extranjero, a veces hasta servil, el peruano se vuelve mezquino y xenófobo con sus compatriotas que emigraron y hasta pretende privarlos de su nacionalidad.

¿Qué hace tan superior al peruano que se queda e inferior al que se va? ¿Qué delito comete el que emigra? ¿Si al emigrar el peruano pierde todo derecho, por qué no habría de recobrarlo al regresar?

Pueden ser muchas las razones por las que un individuo deja su país, entre ellas económicas, de estudio, familiares, políticas, la última podría ser su propia voluntad.

Pocos peruanos conocen su país como Pedro Pablo Kuczynski. Ministro de Belaunde primero y de Toledo después, Kuczynski se vio obligado a dejar el país durante el régimen militar y emigró a Estados Unidos donde tuvo la suerte de encontrar trabajo. ¿Dónde está el delito?

Si fuese menos peruano el que emigra por razones políticas, querría decir que son más peruanos aquéllos que durante la dictadura prefirieron tener la boca cerrada para no ser deportados.

Muy mal uso se está haciendo del cuento de la doble nacionalidad de PPK. ¿A quién puede importar la doble nacionalidad de un candidato si la ley no lo prohíbe y si reúne todos los demás requisitos? Además, presentando su candidatura a la Presidencia de la República, Kuczynski manifiesta que su principal ciudadanía es la peruana. Si fuese la norteamericana postularía a un puesto en EEUU. Es mezquino aferrarse a un juramento hecho bajo presión.

En todos los países hay presión para que el extranjero se nacionalice. La presión está en la esperanza de encontrar un trabajo digno para gozar de los beneficios sociales que tiene todo trabajador en cualquier lugar del mundo, incluyendo el Perú, no veo por qué el peruano en el exterior debiera privarse. Pero también es mezquino olvidar que el sentimiento patriótico aumenta en el exterior. Dudo que dentro del territorio nacional un peruano haga tanto por su país como uno que está afuera.

Ninguna fórmula que el peruano haya usado para nacionalizarse en el exterior puede ser usada en su contra. ¿Acaso el que se nacionaliza puede poner objeciones y decir por ejemplo “yo no juro por eso”?Cuántos habrá en el Perú que desprecian a los emigrados pero que venderían su patria a la primera oportunidad. El suboficial FAP Víctor Ariza no juró ni abjuró ni perjuró. Simplemente no emigró al exterior. ¿Es entonces más peruano que un emigrado?

Tampoco tiene sentido temer que el Presidente pueda huir sirviéndose de su doble nacionalidad. Si así fuese, también debiéramos temer que huyan el Cardenal, los generales, alcaldes, médicos, barrenderos, cantantes y hasta la más lacónica voleigresista.

No fue su doble nacionalidad lo que permitió a Fujimori guillárselas de la justicia peruana sino la exinanición de nuestras leyes. Del mismo modo, si Japón no entregó al leal súbdito de su Emperador no fue gracias a un juramento que pueda haber hecho, sino a leyes que protegen a los ciudadanos del Sol Levante, por más cholos que sean. Además el mismo Fujimori había puesto tan por los suelos el prestigio internacional del país, que era imposible que cualquier estado entregase un individuo a la justicia peruana.

No aceptar pues la riqueza cosmopolita de PPK significa no solo circunscribirse en una cultura local y desconfiada sino también ignorar que más de 3,7 millones de peruanos tuvieron que dejar el país buscando mejores condiciones de vida, o es que también debiéramos temer que se burlen del Perú cuando les pedimos el voto, cuando mandan sus remesas o cuando hacemos nuestros sus triunfos en el exterior.

No hay lugar para nacionalismos y chovinismos en un mundo globalizado. Una de las políticas del próximo gobierno deberá ser combatir esta xenofobia doméstica porque solo aceptando nuestro multiculturalismo podremos enriquecer al país y colocar el sancochado peruano en el mundo que aspiramos. G.A.


Via ppk.pe

1 comentario:

Gaspar Alayza dijo...

¿Se olvidaron de de escribir quién es el autor de este artículo? ¿A quién corresponden las iniciales G.A.? - Saludos, Gaspar Alayza