lunes, 17 de enero de 2011

Alan García compromete que Perú respetará el fallo de La Haya cualquiera sea su resultado – Entrevista del diario El Mercurio antes del viaje a Chile



-Uno de los cables revelados por WikiLeaks sobre Perú decía que Alan García tiene "un ego colosal". ¿Usted qué opina?
La sola pregunta le provoca al Presidente peruano la carcajada más sonora que se oirá en todo el transcurso de la entrevista.

Este hombre de indisimulables dos metros de estatura nace en Lima un 23 de mayo de 1949 bajo el nombre de Alan Gabriel Ludwig García Pérez. Es elegido mandatario por primera vez a los 35 años de la mano de su partido, el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), con un gobierno que hoy incluso él mismo critica ("no fue exitoso y aprendí la lección"). Pasa nueve años fuera de su país durante la administración de su adversario Alberto Fujimori. Vuelve a Perú en 2001. Es reelegido Mandatario en 2006, con un gobierno que hoy el mismo elogia ("hemos invertido 77 mil millones de dólares en 138 mil obras").

Y el día jueves 13 de enero de 2011, a las siete de la tarde, cuando las calles de la capital peruana están empapeladas con publicidad de los nuevos candidatos presidenciales, y a él le quedan 86 días para saber quién será su sucesor, se ríe tomando los brazos del sillón que ocupa en la sala Grau del Palacio Pizarro. Al mandatario, que en la conversación se define como "católico por rito y obligación", "papá chocho de seis hijos" y "un Presidente que no toma vacaciones", lo del "ego colosal" le hace gracia.
-Me daban risa esas definiciones. Y pensaba qué pasaría si todos los países pusieran al descubierto sus cables. Si los gringos son circunspectos y dicen esas cosas medio chismosas, ¡qué dirán los diplomáticos latinoamericanos! Por eso no critico a los gringos, lo que critico es que se hayan dejado chupar todos estos antecedentes. Me preocupa que los mayores dueños de armas y bombas atómicas sean tan frágiles. Eso es lo alarmante, no los chismes.

De pronto suena el teléfono que está junto a la mesa del Presidente. Pide un minuto. "Aló, ¿cómo estás, Plácido? Qué gusto tener tu llamada. El Teatro ya está en el cuarto piso y vamos a techarlo a fines de febrero". "Yo necesito que algún día cuando estés cerca inauguremos eso contigo, cualquier día de julio". "Por la relación y el cariño que te tiene el pueblo peruano". "Cariño para ti, éxito".
-¿Plácido Domingo?
-Sí. Plácido Domingo...
-Una sorpresa.
-Claro. Ahorita llama Benedicto, dice bromeando.

-Cómo imagina usted su visita a Chile. ¿Cree que se brindará con pisco sour al igual como lo hizo usted acá en Lima?
-Sé que lo criticaron mucho al Presidente Piñera porque dijo 'el pisco es de quien lo toma'. Francamente me pareció ingenioso y muy potable política y periodísticamente. Pero allá habría quien dijera 'el pisco es chileno'. Bueno, esa es otra discusión. Si quieren vamos a La Haya por eso también. Pero creo que nos echarían de La Haya por ese tema (se ríe).

-¿Ha tenido algún contacto con el Presidente Piñera previo a la visita?
-Por la visita no, pero por muchas otras razones sí. Para mí es lógico, lo que pasa es que a veces me dicen 'está en el helicóptero', que no hay teléfono. No sé qué pasará. Pero es una persona a la que es fácil llegar y en temas internacionales es una persona que le gusta poner sobre la mesa las cosas. Yo prefiero que me lo diga. Ustedes han exagerado un adjetivo más, qué estás buscando tú con Bolivia o con Ecuador...

-¿Así conversan los dos?
-Hay que hablar directamente. Y una buena amistad se construye sobre ponerse de acuerdo. Y uno puede estar de acuerdo en que no se está de acuerdo. Es parte de una relación fluida. El presidente Piñera es transparente en ese tema y yo trato de ser igual. No somos niños. Estamos viejos ya.

Sello de la visita: "Demostrar que es el mejor momento de la relación entre Chile y Perú"
-¿Cuál diría que será el sello de su visita a Chile que hasta ahora ha causado tanta expectación?
-Para un invitado causar expectación es un halago muy importante. Y espero que después de nuestra visita, a la que voy acompañado del presidente del Congreso y del presidente del Poder Judicial y de las más altas personalidades del Perú tengamos un fortalecimiento de la confianza y un avance sustantivo en ir hacia una integración de nuestras economías y eventualmente de nuestras formas de hacer política.

-¿Cuál es su meta en este encuentro?
-Demostrar que este es el mejor momento histórico de las relaciones entre Perú y Chile. No solamente en el plano económico y comercial, sino fundamentalmente en el plano político. Cuando dos países tienen recelos ocultos el uno del otro por más que formalmente existan relaciones aparentemente buenas, la relación es mala. Cuando los temas se ponen sobre la mesa y se discuten democrática y civilizadamente creo que la verdad y la sinceridad juntan a los países, justamente porque hemos sacado a luz, en una suerte de psicoanálisis geopolítico, temas aún no solucionados de nuestra adolescencia.

-¿Siente que su visita puede generar un grado de polémica en Chile
-¡Naturalmente! ¡Y eso es lo bueno! (dice sonriendo). Una visita consensual sería una visita papal. Pero estoy seguro que la sociedad chilena es madura y educada y que la visita dejará algo bueno como lo dejó la del Presidente Piñera a Lima.

-¿Qué dejó?
-El Presidente Piñera tuvo para nosotros lo que un político debe tener. Tuvo audacia. Él vino, dijo su verdad, claramente. Tenemos un criterio distinto en una materia. Esto lo van a definir, como todos los civilizados de este tiempo, las instancias internacionales. Pero vamos a lo importante y al 90% de nuestra relación que tiene que ver con otras cosas. Yo creo que dejó una estela de simpatía, por su estilo personal. Y aquí no hubo un solo gesto hostil contra el Presidente, lo que me llena de orgullo.

-¿Cree que pueden haber gestos de rechazo a su visita?
-No tengo por qué creer que hubiera gestos de rechazo. Finalmente, lo que Perú ha planteado es un tema jurídico (en La Haya). No es un tema de arrebato ni de imposición.
-Usted ha planteado que eventualmente el tema de La Haya podría ser conversado en Santiago.
-Con el Presidente Piñera somos amigos. Sin subterfugios, sin trastiendas, ni recelos ni temores. Ya está sobre la mesa un tema que antes se escondía. Y supongo que algunos políticos fingían conversar con toda normalidad y estaban pensando por debajo en el límite marítimo. Nosotros ponemos sobre la mesa y mejoramos nuestras relaciones así.

-¿Va a llevar algún planteamiento en particular sobre ese tema?
-No. Creo que nosotros en esta oportunidad tenemos que aprovechar para dejar en manos de las instancias internacionales. Pongámoslo sobre la mesa y dejemos que resuelva la juridicidad de una Corte que no está politizada. Lo que ella diga, será. Y si nos da la razón, qué bueno. Y si no nos da la razón, qué bueno también. En el sentido de que hay que obedecer.

-Oficialmente se dice en Chile que el respeto a los tratados internacionales es vital para la paz entre las naciones ...
-(Responde de inmediato) De acuerdo. Absolutamente. ¡No estamos pidiendo la devolución de Arica y Tarapacá! Ya son tratados internacionales. Dura lex sed lex. Es un tratado que ocurrió en otro tiempo y el Perú se comprometió y con garantes. Ahora estamos hablando de si este es tratado o no es tratado. Que es otro tema. Si la corte internacional dice que no es tratado, entonces veremos cómo hacer un tratado. Porque hay que tener buena vecindad. Y si dice es un tratado, entonces se acabó. Para eso están los jueces del mundo. Perú no se va a imponer al mundo. Perú no se va a convertir en un paria internacional desconociendo el fallo de los jueces del mundo.

-¿Usted podría asegurar que una vez conocida la sentencia de La Haya no va a haber más problemas de carácter limítrofe entre ambos países?
-Yo no le puedo asegurar que una parte, y me imagino que mediana o pequeña, no arrugará la nariz, como ocurriría también en Chile, si no nos dan la razón. Habrá algunos que dirían 'los jueces fueron comprados', 'los jueces fueron venales'. Eso se dice siempre en el mundo. Pero no queda más que cumplir. Y cumplir significa también pasemos a otra cosa, chico.
-Cuando se dé el fallo usted ya va a estar fuera de la Presidencia. ¿Siente que puede asegurar que Perú va a respetar ese fallo?
-Voy a estar fuera de la Presidencia. Pero voy a estar en el Perú. Y como ex Presidente me encuentro entre quienes son garantes de que si un país como Perú va a una instancia internacional y hay un resultado, ese resultado tiene que respetarse.
-Ahora, en Chile la posición oficial es que los tratados ya existen y están vigentes ...
-Me parece, no voy a decir correcto, pero sí absolutamente razonable, que la Cancillería y La Moneda defiendan la tesis de que Chile tiene razón. Como es absolutamente razonable y correcto que digamos nosotros que no son tratados de límites. Eso lo tiene que dar una tercera instancia y para eso surgió el gobierno jurídico universal. ¿Entonces para qué? ¿Para que nos entendamos a bombazos? ¿O se quiere que compremos 10 fragatas? Yo podría parar el crecimiento del Perú. En cambio, en estos años hemos invertido 77 mil millones de dólares en 138 mil obras.

-¿Su gobierno ha ido preparando al pueblo peruano eventualmente para un éxito en La Haya como para un fracaso?
-Creo que el pueblo peruano está preparado para eso. Conforme los países avanzan en el desarrollo económico, avanzan también en su capacidad de solucionar los conflictos sin 'llegar a los puños' o la quema de automóviles o, lo que es peor, a las guerras. Creo que Perú está en una condición histórica suficiente para entender cualquier resultado (en La Haya). Ni para alzarse con una victoria jurídica e incomodar al hermano. Ni llenarse de odio porque no le sonrió la fortuna jurídica y seguir reclamando. Perú es un país que ya despegó. Como lo hizo Chile en su oportunidad. Hemos aprendido mucho de la experiencia democrática chilena, de su modelo económico y de su crecimiento.
Modelos económicos de Perú y Chile: "Somos países espejo"

-Hoy Chile y Perú mantienen modelos económicos más bien similares. ¿Siente que eso influye en el entendimiento actual en materias comerciales?
-Sí. Diría que como modelo democrático de libertades, modernización y apertura al mundo, de atracción de inversiones y de desarrollo social y reducción de la pobreza, somos un mismo país. No hay países en América Latina más parecidos. Somos países espejo.
-Hay elecciones presidenciales en abril. ¿Siente que está asegurado que su sucesor, cualquiera que este sea, va a mantener ese modelo?
-Hace cinco años el Perú estaba virtualmente dividido entre quienes creían en la economía moderna y del otro lado quienes creían en el comercio administrado y las nacionalizaciones, en fin, conceptos del siglo XIX. Hoy los candidatos, los primeros, forman parte de este concepto moderno y acumulan 80% de intención de votos. El futuro está despejado.

-Los empresarios chilenos han hecho inversiones significativas en Perú y peruanos están empezando a partir a Chile a invertir. Pero paralelamente se ha hecho difícil el tema del gas y persiste la negativa de vender gas de Camisea a Chile.
-Yo creo que los recursos energéticos, como los pesqueros o mineros, son simplemente bienes. Ahora, hay dos hechos que destaqué cuando estuvo el Presidente Piñera. El primero es que Chile tomó la decisión de construir sus plantas regasificadoras. De manera que comprará el gas a quien se lo venda y a quien le dé el mejor precio. Y no necesariamente será el Perú y no está condenado a ser un servidor del Perú por el control del gas. Esas fórmulas de dominio de un país sobre otro por la energía me parecen propias de los sátrapas orientales. En segundo lugar, Perú tenía básicamente una especie de sensación de angustia del gas. Algunos dicen 'el gas es para los peruanos'. Conforme aumente la prueba científica de que existe gas el tema será menos de angustia nacional.

-¿Sería posible y conveniente para Perú iniciar esta exportación de gas?
-Más adelante seguramente será posible e indiscutido. Eso lo dirán otros gobiernos.

Bolivia: "La relación estupenda que tengo con Evo no es para molestar a Chile"
-En el caso de que Bolivia decidiera venderle gas a Chile. ¿Cambiaría la actitud de Perú?
-Yo me imagino que así terminará siendo porque han tenido gasoductos que los comunicaban. Lo peor es decir 'me voy a morir de hambre con mi gas aquí'. Eso no tiene ninguna lógica. Bueno, en fin, en eso no me meto a darle lecciones al Presidente Evo, con el que tenemos una estupenda relación.
Y agrega de inmediato:
-Pero la estupenda relación que tengo con Evo no es una relación para molestar a Chile, que es como se entienden las cosas por alguna gente que tiene obsesiones. En la vida política y también en la vida personal los obsesos no son buenos consejeros. La obsesión de ver qué hay detrás.
'Ah, tomó un café, entonces está contra Chile'. 'Por algo lo habrá hecho, es un gesto'. 'Ah, se reunió con Evo Morales'. ¡Hombre, tenemos una frontera de mil 200 kilómetros con Bolivia!

-Se ha relanzado la iniciativa Boliviamar entre Perú y Bolivia, que antes no había prosperado. ¿Cuáles cree que son los motivos?
-Todos los países crecen y al crecer requieren puntos de apoyo. Facilidades portuarias, facilidades camineras. Esta iniciativa no es para decir 'ten esto y no vayas a Chile'. No, no. Como dice la canción 'si vas para Chile...'. Anda, negocia, avanza en la negociación usando facilidades portuarias y por el peso de las cosas se irá solucionando todo problema.

-Apareció en los diarios el mandatario Morales señalando que en un encuentro que ambos sostuvieron en octubre usted le dijo que "Perú no iba a perjudicar una salida al mar para Bolivia..."
-Esa es la tesis peruana. Y personalmente mi tesis. Pero si hay un acuerdo con un vecino, un acuerdo pacífico, bien negociado, ¿quién puede oponerse? ¿Usted se imagina que un día se presente ante el mundo -perdone si toco temas que allá no son del agrado de algunos- que Chile y Bolivia han llegado a un acuerdo? ¡El mundo aplaudiría! Y luego surge el Perú y dice 'no quiero, aunque ya no sea mi territorio actual, no quiero'. ¿Qué es eso? No faltan personas que interpretan que lo mejor sería mantener las fronteras con Chile. Naturalmente me encanta tener las fronteras con Chile. Pero si eso se presta a una solución por ahí o por otra parte, cómo el Perú va a oponerse.

-Hace cerca de un año hubo fuertes desencuentros entre usted y Evo Morales. ¿A qué se debe este cambio de actitud?
-Evo es, como yo le digo, un muchacho, porque yo lo conocí cuando era muy joven, el año 79 u 80. Él tiene unos sólidos conceptos ideológicos y a veces abunda en alguna expresión. A él se le ocurrió decir que yo era gordo... en fin, esas cosas. Pero en el fondo de los asuntos nunca hemos tenido ninguna discordia real. Con él tenemos una relación muy cercana. Somos dos cholos, ¿no? Nos reímos muchos. Y como dicen en el Perú, más me pegas, más te quiero (se ríe).

Chávez: "Su influencia en América Latina es cada vez menor y eso está bien"
- Usted con el Presidente Chávez también ha tenido algunos desencuentros. ¿Cree que su posición en Latinoamérica tiene mucha influencia?
-Yo a Hugo, con el que tengo una relación cada vez mejor en lo personal, porque tenemos empatía y es un hombre jovial y bromista, siempre le digo 'tú eras teniente cuando yo era Presidente, así que he visto tu aprendizaje'. Yo al Presidente elegido por el pueblo lo respeto. Ahora, usted me preguntaba si el Presidente Hugo tiene influencia en América Latina, bueno, cada vez menos. Y eso está bien.
-¿Por qué?
-Bueno, hay que respetarlo mucho como Presidente de Venezuela, pero yo no respeto a nadie que quiera ir más allá de sus fronteras con su prédica, con intereses de grupo o llevando un modelo, que es lo peor. Los países que exportan modelos, esos son los peores. En mi segundo gobierno yo por lo menos aprendí esa lección. Yo no quiero ser líder de Sudamérica. Tampoco yo quiero exportar el modelo. Creo que acá funciona bien, sin ninguna vanidad.

"Superar a Chile"
-¿Siente que pese a los profundos cambios y a la integración entre Perú y Chile, ambos pueblos siguen atados a un pasado que los dividió dolorosamente?
-No. En su convergencia Chile y Perú están a la mitad del camino. Por eso me permití plantearle al Presidente Piñera una integración profunda. Terminemos con los límites al tránsito para bienes, servicios, personas, capitales. El primer paso está dado por nuestra convergencia en las bolsas de valores.

-Cuando usted planteaba en términos de "sana competencia económica" que "Perú supere a Chile". ¿Siente que Perú ya lo está superando?
--No es que tome de referencia a Chile, pero también lo tomo, en el sentido de que Chile ha crecido muchísimo y ha avanzado democráticamente. No se olvide que en mi campaña electoral fui a Chile dos veces. Y dije está buenísimo esto, pero podemos hacerlo mejor. Aunque acá en el Perú no hay Concertación, podemos hacerlo mejor. Entonces digo, ¿cuánto crecimos este año? Perú creció un poco más. ¿Cuánto se redujo la pobreza? El Perú la redujo un poco más. Entonces van sumando los años y se tiene la certeza de que lo vamos haciendo mejor. Tanto que eso generó preocupación en periodistas y analistas en Santiago que decían 'Perú cree que Chile todavía es una colonia'. Un chileno debería decir 'hombre, los peruanos nos usan como punto de referencia'. Y los peruanos deberían decir 'no era un sueño, no es porque los chilenos tienen un componente francés, alemán o italiano mayor que el nuestro, etc.' No, no. Estamos avanzando más rápido. Vamos ganando, pero no ganando en el sentido de esclavizar o dominar. Ese principio de autoestima es la base del concepto de felicidad.

-¿Qué sentido tiene para usted que miles de peruanos hayan elegido a Chile como su segunda patria, que partan a buscar oportunidades?
-No es una novedad para mí. Yo tengo fotos de mi padre en el Parque Cousiño. Mi padre entró en la política a los 23 años. Y ahí no más fue a la cárcel. Pero en una de sus expatriaciones estuvo en Santiago. Tenía mucho cariño por Chile. Le encantaba hablar como chileno, conocía las comidas, identificaba las formas de cueca. Porque un enorme grupo de peruanos, esencialmente apristas, llegó a Chile. Para mí no es una novedad que haya muchos miles de peruanos. Debo agradecerle a la Presidenta Bachelet las gestiones que permitieron legalizar a 34 mil peruanos de un porrazo. Fue una demostración de generosidad. Siempre pregunto si a los peruanos allá les va bien. Si se portan bien.

 "No tendría la vanidad de decir que me reconcilié con él"
-Con su compatriota, el nuevo Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, usted ha tenido una relación primero de adversarios y actualmente de elogios mutuos. ¿Han conversado en el último tiempo?
-Naturalmente. Y desde el momento en que le dieron el premio. Mire, Vargas Llosa es un genio, un hombre muy culto y un gran conversador. Mis amigos saben que si hay algo que me atrae es la inteligencia. Él ha vivido intensamente el siglo XX. Él sintió las primeras atracciones de la revolución cubana, descubrió que no era el camino y volvió a conceptos de mercado. Algunos, entonces, criticamos con razón o sin ella que era un poco exagerado. Ahora yo siento que está más comprensivo, con la comprensión que da el tiempo, su cultura, sus viajes. Yo lo recibí e hice que se tocara la marcha de banderas como a un Jefe de Estado. Jefe de un Estado intelectual y espiritual. Y le dije "oye, me has rendido".

-¿Hubo un momento en el que se reconciliaron?
-Yo no tendría la vanidad de decir que me he reconciliado con Vargas Llosa, que es un intelectual internacional. Yo apenas soy un funcionario público peruano. Pero diría que la historia, los cambios del mundo, acercan a las personas.
"No me opongo a ninguno, salvo a quien ponga en riesgo la estabilidad del país"
Perú tendrá elecciones en abril. Y son cuatro los candidatos, del total de 14 que se inscribieron, que aparecen punteros en las encuestas. El ex mandatario Alejandro Toledo (Perú Posible); el ex alcalde de Lima Luis Castañeda (Solidaridad Nacional); la hija del ex mandatario Alberto Fujimori, Keiko Fujimori (Fuerza 2011), y el líder nacionalista Ollanta Humala (Partido Nacionalista Peruano) , aunque bastante más alejado de los tres primeros, según los sondeos. El Presidente García, pese a que dice -medio en broma y medio en serio- que en Perú ya perdió el derecho de opinión en el tema de las elecciones porque lo tienen "amordazado", de todos modos las comenta.

-¿Usted no se va a pronunciar sobre ningún candidato?
-No necesito pronunciarme. Cualquiera sabe cuál ha sido mi historia, cuál es mi tendencia. Lo que no haré jamás es usar ni una camioneta del Estado acarreando funcionarios con la amenaza de que perderán el puesto.

-A mediados de 2010 usted señaló que Keiko Fujimori no tiene por qué cargar con los pecados de su padre, quien fue condenado por la justicia peruana.
-Cada persona es dueña de su destino. El hijo de una persona no está condenado a hacer lo mismo que hizo su padre. En el mundo todos cambian. Creo que todos los candidatos, no sólo esa persona, tienen el derecho de cambiar.

-¿Y el ex Presidente Toledo, con quien ha tenido muy conocidas discrepancias?
-Ahí está y tiene condiciones y posibilidades. Me parece muy bien lo que plantea en términos económicos y sociales. Contra lo que piensan algunos, no es que yo esté opuesto. No. Yo no me opongo a nadie salvo a alguien que pusiera en peligro la estabilidad del crecimiento económico y social del Perú.

-De Ollanta Humala dijo alguna vez que era chavista...
-Como le digo, el Presidente Hugo ya está más dedicado a Venezuela que al resto del continente. Parece que en Venezuela necesitan más de su presencia permanente (se ríe).
-El ex alcalde de Lima Luis Castañeda también es otro que puntea en las encuestas.
-No ha faltado el que ha dicho que le tenía simpatía porque era mi vecino. El municipio está al frente. Y en ocasiones tenía que buscar recursos para que él hiciera sus obras. Como lo he hecho con todos los municipios del Perú. Entonces decían 'por debajo es su candidato'. Su éxito como alcalde era también el éxito de los limeños. Creo que tenemos buenos candidatos. Y creo que tenemos una institucionalidad de focos de opinión pública que señalan un camino. Y cualquiera que gane ya tiene señalado un camino.
"Acá el Presidente vive en el segundo piso del Palacio de Gobierno"
En la Sala Grau, del Palacio Pizarro, Alan García se queda mirando fijo un gran cuadro del almirante. "Este hombre, Miguel Grau, de verdad era extraordinario. Sufrió mucho de niño. No era un hijo de familia. Lo embarcaron a los siete u ocho años de grumete. ¿Se imagina usted? Años de años. Era un hombre triste, acongojado, con un enorme sentido de la caballerosidad y del deber. Además, valiente".
En esa habitación, ubicada junto al despacho presidencial, hay un cuadro que recuerda el Combate de Angamos (8 de octubre de 1879), también una réplica de la gorra del almirante y de su sable. En una esquina aparece una réplica del Huáscar tras un cristal.
El Presidente García también comenta acerca de la casa de Gobierno -Palacio Pizarro- en la que, en el caso del Perú, el Mandatario vive en el segundo piso. También afirma que no acostumbra a tener vacaciones.

-Ah, ¿no se toma vacaciones?
-Jamás. La presidencia es muy breve. Son cinco años. No me gusta. Los fines de semana trabajo. Y mis ministros trabajan. Sábados y domingos son días hábiles en los ministerios para que corran los plazos y para recibir papeles. Acá el Presidente no tiene casa presidencial. Allá el Presidente Piñera nos ofreció un almuerzo en Valparaíso y, como dicen los argentinos, 'qué flor de casa' (el palacio de Cerro Castillo). No, aquí el presidente vive en el segundo piso (del Palacio Pizarro). Trabaja, pero no tenemos treinta días de vacaciones. Deberían tenerlo, ah. Tal vez el próximo Presidente use su derecho de funcionario público y use sus vacaciones. Yo no lo he necesitado nunca porque no dejaría de pensar en política.

¿Por qué no deciden que el pisco peruano es mejor?
Usted ha promovido el antiarmamentismo en la región. ¿Por qué Perú no ha ratificado la convención sobre bombas y municiones de racimo suscrita en mayo de 2008 y que entró en vigor en 2010?
Por distracción burocrática. ¿Quién podría estar a favor de las bombas de racimo?. Yo estoy en contra de las armas.

Principales dificultades y ventajas que puede tener el Arco del Pacífico, que reúne a varios países:
Las grandes y sólidas integraciones que duran se han hecho por capítulos. Esta era una idea para conversarla con Santiago. La conversamos con la Presidenta Bachelet. Los países que formamos parte del Apec. Chile, Perú y México. Pero después estuvimos todos los países que tienen rivera sobre el pacífico. Ahora somos 12 o 14 y, honestamente, esas reuniones de 12 o 14 no conducen a nada.

El político actual
que más admiro:
Me pone a pensar porque no veo al mundo sobre sus pies en este momento.
Presidente latinoamericano
a quien admiro:
El Presidente Lagos. Su serenidad, su majestad. Remarcables.
Un tercer gobierno
de Alan García:
Reto demasiado grande hasta para el propio Alan García.
Mi mejor virtud:
La paciencia. Saber pasar los malos momentos y digerirlos.
Mi peor defecto:
Querer hacerlo todo muy pronto, pero con deseo de construir las cosas rápido.
Lo que no entiendo de los chilenos:
Por qué no deciden de una buena vez -dice sonriendo- que el pisco peruano es muy bueno y es mejor.
Lo que más me llama la atención de Piñera:
Su genio travieso.
La persona que me
cambió la vida:
Víctor Raúl Haya de la Torre, un líder más que político, espiritual e intelectual. (Político peruano y su mentor).
Lo que un político
jamás debe hacer:
Tener miedo al ridículo.
Cómo creo que pasaré
a la historia:
Como un hombre que sirvió al pueblo.

Gabriel Pardo - Via  El Mercurio

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