sábado, 24 de marzo de 2007

Reunión de Embajadores Latinoamericanos con Condoleezza Rice


A las 11 horas en punto tocaron ayer a la puerta de la embajada de Chile en Washington. El representante nacional, Mariano Fernández, se adelantó para recibir a su especial invitada, la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, quien con este gesto se constituyó en el primer funcionario de tan alto rango que visita una embajada latinoamericana, según confirmaron fuentes del Departamento de Estado.

Rice, junto al subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, cruzó el umbral para dirigirse al comedor de la casona, en donde la esperaban los embajadores de todos los países de América latina -16 personas-, con excepción de Honduras y El Salvador, que estaban fuera del país.

Allí, mientras compartían un "brunch" -una especie de colación, entre desayuno y almuerzo-, abordó junto a los diplomáticos por más de una hora diversos temas de interés regional en un "distendido diálogo", según dijo el representante chileno, quien agregó que la cita les pareció a todos "extraordinariamente positiva", junto con considerarla como una señal política importante de Estados Unidos hacia la región.

La reunión se gestó el mes pasado, cuando el embajador Fernández le planteó a Shannon la idea de una reunión-almuerzo del conjunto latinoamericano y Condoleezza Rice. La idea tomó cuerpo, y ayer se hizo oficial cuando el subsecretario de Asuntos Públicos del Departamento de Estado, Nicholas Burns, la dio a conocer en una conferencia pública en el Consejo de las Américas.

El embajador Fernández dijo que se abordaron temas de la relación de Estados Unidos con América Latina, entre los cuales se dedicó un espacio importante a los tratados de Perú, Colombia y Panamá, además de las preferencias arancelarias para Bolivia y Ecuador.

Rice expresó que para el Presidente Bush esta región es de vital importancia, y que lo demuestra el hecho de que haya visitado ocho veces América Latina, superando con ello a todos sus antecesores. También dijo que el Mandatario quiere entenderse con todos quienes están al frente de países democráticos, como queda de manifiesto con la visita a Uruguay, considerando que Bush y el Presidente Tabaré Vázquez provienen de corrientes políticas muy distintas, pero tienen una muy cálida relación que resulta muy constructiva para los dos países.

Además, señaló que se está en un diálogo "de igual a igual" con Brasil en temas significativos, como los biocombustibles. No se abordó la situación con Venezuela. En cuanto al tema de Haití, los embajadores de República Dominicana, Brasil, Argentina y Chile pidieron intensificar los trabajos para producir un resultado de estabilidad final. "Se le planteó la necesidad de que Estados Unidos aumente su colaboración técnica y financiera con el objeto de prestar mayor colaboración policial para evitar el narcotráfico y el contrabando, que afectan mucho a la vecina República Dominicana", dijo Fernández. Al respecto, Rice manifestó su disposición para seguir trabajando en esta línea.

Lo interesante es que nos encontramos con la secretaria de Estado y el gobierno del Presidente Bush con una actitud extremandamente positiva hacia América Latina, y con una cierta voluntad política, porque estas cosas son nuevas", dijo el representante chileno.

El embajador Fernández manifestó que no se habló de la posibilidad de que el Presidente norteamericano visite Chile, porque no se entró en asuntos netamente bilaterales.

Los embajadores de Perú y de Colombia plantearon la importancia de los tratados de comercio con Estados Unidos, ante lo que Rice dijo que espera que se avance en forma decidida.

Para los asistentes, la reunión no sólo fue políticamente destacable, sino que también tuvo momentos de emoción. Como cuando Condoleezza Rice se refirió a cómo se pueden perfeccionar los sistemas democráticos en países que tienen componente étnicos múltiples y que, por lo tanto, enfrentan dificultades adicionales cuando se trata de organizar lo social. Entonces se refirió a su caso. Dijo que hace 40 años, en Alabama, como muchacha negra, iba a una escuela segregada y no podía entrar a un restaurante con sus padres porque estaba prohibido. En cambio, señaló que hoy "Estados Unidos tiene una secretaria de Estado negra, descendiente de esclavos" y que no es la primera, porque anteriormente hubo otro secretario de Estado negro, que fue Colin Powell. Dijo, entonces, que esperaba fervientemente que esta integración también se produjera en América Latina.

Más de 1 hora duró la reunión, la primera que un funcionario norteamericano de este rango efectúa en una embajada latinoamericana.

Tomado del diario El Mercurio de Chile - 24/03/2007

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